Las acciones también encontraron algo de apoyo en las declaraciones de una fuente que dijo a Reuters que el banco central de China estaba creando un nuevo vehículo para gestionar dos fondos de inversión, uno apuntando a Estados Unidos y otro a Europa.
El acuerdo alcanzado por la UE en Bruselas no fue respaldado por Gran Bretaña y no consideró medidas extraordinarias inmediatas para enfrentar la crisis, lo que hizo a los inversionistas mantener la cautela a la hora de tomar posiciones más largas en activos de riesgo.
El sector bancario, que ha estado en el centro de la atención por su exposición a la deuda de la región, fue el de mejor desempeño tras conocerse el acuerdo. El índice de acciones bancarias europeas subió 2.6 por ciento.
Las acciones de los bancos italianos, que figuraron el jueves entre los más afectados cuando el BCE no dio señales de que incrementaría su programa de compra de bonos para economías golpeadas como la de Italia, fueron algunas de las que mostraron el mejor desempeño.
Los papeles de UniCredit e Intesa Sanpaolo, que poseen gran exposición a la deuda italiana y que se han visto afectadas por el flojo crecimiento de Italia, subieron 7.1% y 7.9% respectivamente tras caer 7.2% y 8.9% el jueves.
Los bancos lideraron las ganancias en el índice referencial italiano FTSE MIB, que subió 3.4% y se convirtió en el de mejor desempeño en Europa tras caer 4.3% en las jornadas previas.
"Queremos creer que esta será una medida que resolverá la crisis, pero pienso que las ganancias (del viernes) son parte de un alivio", dijo Andy Lynch, gerente de fondos de Schroders.
Las negociaciones para confeccionar el nuevo tratado para una mayor integración económica podrían llevar tres meses y exigirían a los países efectuar riesgosos referendos.
"La implementación será compleja. Los bancos siguen en una posición difícil, la economía europea se está desacelerando y eso resultará en más préstamos malos", señaló Lynch.
El índice paneuropeo FTSEurofirst 300 subió 1.3% a 985.81 puntos, después de caer 1.5% en la jornada previa luego de que el presidente del BCE, Mario Draghi, frustró las esperanzas de que el banco central incremente las compras de bonos soberanos.
El índice Euro STOXX 50 de volatilidad, un indicador clave del "temor" de los inversores europeos, cayó 11.4% y cerró en mínimos de seis semanas. Cuanto más alto está el índice de volatilidad, menor es el apetito de los inversores por activos de riesgo.
La información sobre el flujo de fondos mostró que los inversionistas todavía no están muy preparados para comprometerse con el mercado.
Los inversionistas han estado recortando sus exposiciones generales a la zona euro durante el cuarto trimestre, de acuerdo a datos de EPFR Global, y los flujos siguen siendo negativos pese al fuerte repunte del mercado iniciado a fines de noviembre.
"Los datos de flujo diario de fondos durante el cuarto trimestre sugieren que los inversores están perdiendo la paciencia con la incapacidad de la zona euro para contener su crisis", señaló EPFR en una nota.
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