Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, prefiere apostar a la infraestructura,
filosofía que colorea sus inversiones en empresas que incluyen desde la
petrolera argentina YPF SA a la telefónica Telekom Austria AG,
dijo su hijo mayor.
“Tratamos de expresarlo de manera muy
simple: estamos empeñados en desarrollar la estructura
física, el capital físico, el capital humano”, señaló Carlos
Slim Domit, co-presidente de 45 años de América Móvil SAB, en una entrevista en
Los Cabos, México.
La estrategia de los Slim los ha llevado a una loca carrera en el último mes, con una
propuesta no correspondida al ex monopolio telefónico holandés,
un acuerdo para invertir en el mercado de telecomunicaciones de Austria y una
participación en YPF SA que les cayó del cielo, según Slim Domit. Aunque la
familia está tranquila con sus inversiones en Europa, aún no ha decidido qué
hacer con YPF, agregó.
Los accionistas de las compañías de
Slim han pasado por su propia montaña rusa. La incursión de Slim en Europa ha
hecho caer en picada las acciones de su empresa de telefonía móvil,
América Móvil. YPF, entretanto, subió desde que Slim reveló una inversión,
aunque él ha dicho que nunca planeó comprar las acciones de la petrolera.
La fortuna de Slim Helu creció 11% a
68,100 millones de dólares este año, según el Índice de Multimillonarios de
Bloomberg. Alrededor del 60% de ella proviene de una participación mayoritaria
en América Móvil, la telefónica más grande del hemisferio occidental por número
de abonados. El resto consiste en una serie de activos de minería, bancos,
comercio minorista, construcción y otros.
La semana pasada, en una presentación
reglamentaria, YPF reveló que el banco de Slim y
un vehículo de inversión independiente controlan 32,9 millones de acciones
Clase D de la compañía con sede en Buenos Aires, o una participación
del 8.4% con un valor de 375 mdd. El banco del multimillonario, Grupo
Financiero Inbursa SAB, fue uno de los grupos financieros que recibieron
acciones de YPF como garantía tras un incumplimiento de pagos, indicó Slim
Domit.
El impago correspondió al Grupo
Petersen, perteneciente a la familia argentina Eskenazi, según la presentación.
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