Los ministros de Finanzas de la zona del euro
definirán esta tarde, en una reunión en Luxemburgo, las condiciones del rescate
a la banca española y estudiarán cómo suavizar las condiciones de la segunda
ayuda de Grecia, concedida en febrero pasado.
En la cita, que empieza a las 15:00 horas GMT, se espera que el titular del Ministrio de Economía español, Luis de Guindos, presente una solicitud formal de ayuda, especificando el valor necesario para sanear las entidades problemáticas, que podrá llegar hasta 100,000 millones de euros (102,000 millones de dólares).
Los funionarios decidirán los intereses y las condiciones que se impondrán a España a cambio de la financiación. Fuentes diplomáticas anticiparon que se exigirá una profunda reestructuración de todo el sector bancario, además de cumplir las metas de reducción de déficit y deuda ya pactadas con Bruselas.
El país también estará obligado a cumplir con las recomendaciones formuladas por el Ejecutivo europeo el pasado 30 de mayo, que incluyen aumentar la base imponible del IVA y aplicar la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Otro detalle que deberá ser acordado es si la fuente de financiación del rescate español será el actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) o el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que entrará en vigor en julio próximo.
Por el momento, lo único que está claro es que la ayuda deberá obligatoriamente pasar por el Estado, algo que tanto el Gobierno español como la Comisión Europea querían evitar para que no tuviera impacto sobre la ya abultada deuda del país.
Los actuales reglamentos de los fondos de rescate europeos impiden la recapitalización directa de entidades, aunque dejan abierta la posibilidad de revisar ese punto en el futuro.
En cuanto a Grecia, el eurogrupo tiene previsto iniciar negociaciones para revisar el memorando de entendimiento que rige el programa de rescate con el fin de adaptarlo a los cambios registrados en el país en los últimos meses.
Todo indica que el país heleno ganará más tiempo para concluir los ajustes fiscales y las reformas estructurales que le fueron exigidos, una concesión que tiene por objeto reducir el monto total de la deuda griega y permitir que se adopten medidas para mejorar la competitividad de su economía.
No obstante, los objetivos finales del programa deberán permanecer inalterados, como insiste sobre todo Alemania.
El pasado 9 de mayo, el Gobierno español anunció que tomaría una participación mayoritaria en el capital de Bankia para garantizar la solvencia, la tranquilidad de los depositantes y disipar las dudas de los mercados sobre las necesidades de capital de la entidad.
Luego de que el banco reconoció una exposición de 32,000 millones de euros en activos tóxicos vinculados al colapso del sector inmobiliario y se convirtió en la octava entidad que el Estado controla desde la crisis de 2008.
El 25 de mayo, la institución pidió al Banco de España 19,000 millones de euros para recapitalizarse, informó la Comisión Nacional del Mercado de Valores del país ibérico.
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