De cada cien
mexicanos que trabajan nueve están subocupados, es decir, tienen necesidad y
disponibilidad para trabajar más horas de las que actualmente laboran, en
tanto, que entre 29 y 30 por ciento trabajan en el sector informal, informó el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a través de sus
indicadores de ocupación y empleo correspondientes a junio de 2012, dados a
conocer este viernes.
El grupo de
los subocupados fue el que más se incrementó durante junio: 1.07 por ciento en
comparación con el mes anterior para llegar al 9.32 respecto de la población
ocupada y creció hasta 20 por ciento en términos anuales porque en el mismo mes
de 2011 los trabajadores subocupados representaban 7.76 por ciento entre
quienes trabajan.
“El
porcentaje de subocupación es más alto en los hombres que en las mujeres,
correspondiendo a esta categoría el 10.3 por ciento de la población ocupada
masculina frente al 7.8 por ciento de la femenina, en junio de este año",
precisó.
También
creció la ocupación en el sector formal en términos anuales, pero en menor
proporción al pasar de 28.93 por ciento en junio de 2011 a 29.72 por ciento
para el mismo mes de este año.
En cambio,
la tasa de desocupación no presentó cambios ya que se mantuvo en el mismo nivel
que en mayo al ubicarse en 4.98 por ciento respecto a la población
económicamente activa (PEA) e incluso el Inegi aseguró que se redujo en
relación a junio de 2011 cuando fue de 5.42 por ciento.
El instituto
destacó que la mayoría de los desocupados (74.7 por ciento del total) son
"los de mayor instrucción", es decir concluyeron sus estudios de
secundaria y de los otros niveles educativos, y sólo 25.2 por ciento no
concluyó la secundaria. Entre los desocupados la proporción es de 58.6 y 41.4
por ciento entre quienes concluyeron y no la secundaria, respectivamente.
Detalló que
la mayoría de los mexicanos que laboran se concentran en el sector servicios al
representar el 43 por ciento del total, enseguida se ubican quienes se emplean
en comercio con 20 por ciento, después la industria manufacturera con sólo 14.9
por ciento y en las actividades agropecuarias el 13.2 por ciento. El resto se
distribuye en porcentajes menores en minería, electricidad, agua, suministro de
gas, entre otras no especificadas.
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