Tal y como avanzó ABC, el Gobierno subirá un 10% los impuestos a las bebidas espirituosas. De este modo, los 8,30 euros por litro de alcohol que se pagan en la actualidad, pasarían a 9,13 euros, lo que supone una subida de 83 céntimos por litro. El alza en el precio final para el consumidor dependerá de si el comerciante traslada toda la subida o parte de la misma al cliente y del porcentaje de alcohol que tenga la bebida. Así, por ejemplo, en una botella de un litro de whisky, que tiene un 40% de alcohol, el impacto del alza impositiva sería de un máximo de 33 céntimos.
Con este incremento en el impuesto de las bebidas alcohólicas el consumo bajará y las ventas se verán afectadas, ya que, algunas personas ya no comprarán las bebidas que acostumbraban.
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