miércoles, junio 27, 2012
lunes 25 de junio de 2012
Los dos gigantes japoneses de la
electrónica, Sony y Panasonic, a menudo considerados como eternos adversarios,
decidieron unirse para desarrollar pantallas de nueva generación orgánicas
electroluminiscentes (OLED), en un intento de frenar a los rivales surcorenos.
Escarmentados por su incapacidad actual de mantenerse competitivos en los
modelos de TV de plasma o de cristal líquido (LCD), por la despiadada
competencia internacional y de los altos costes estructurales, Panasonic y Sony
han preferido en esta ocasión unirse, dejando de lado su enfrentamiento
comercial.
Los dos grupos han acordado juntar sus conocimientos respectivos sobre la
tecnología de las prometedoras pantallas OEL en las que llevan años trabajando
cada uno por su lado, reseñó AFP.
Prevén sobre todo explotar tecnologías derivadas de la impresión para repartir
los materiales electroluminiscentes sobre los sustratos, una forma de alto
rendimiento para fabricar las TV OEL a precios competitivos.
Las pantallas OLED o OEL, formadas con materiales que se iluminan con el paso
de la corriente, tienen un rendimiento luminoso y colorimétrico homogéneo, con
excelente contraste.
Son asimismo más finas y consumen menos energía que los modelos de plasma o
cristal líquido ya que no necesitan un sistema de retroiluminación y sobre todo
pueden ser flexibles en caso de utilización de un sustrato suave en materia
plástica.
Por el momento, los dos buques insignia nipones se limitan al desarrollo común
de estas pantallas, aunque podrían decidir posteriormente fabricarlas en masa,
o dejarlas en manos de subcontratas asiáticas para limitar los riesgos
vinculados a las inversiones colosales necesarias.
Su asociación trata en cualquier caso de acelerar el trabajo para poder
proponer lo antes posible, cada uno bajo su propia marca, modelos que puedan
competir con los que las surcoreanas Samsung Electronics y LG Electronics
prometen sacar al mercado este año o el próximo.
Ya en 2008, el grupo Panasonic (el antiguo Matsushita) planeaba consagrar
importantes recursos a la tecnología OLED. Actualmente, se dispondría a
construir su propia línea experimental de fabricación en serie en una usina en
Japón, mientras que Sony produce ya pantallas OEL de tamaño medio para
aplicaciones profesionales.
Sony, excampeón de TV de tubo catódico Trinitron, fue en 2007 el primero en el
mundo en comercializar un televisor con tecnología OEL -hasta entonces limitado
a pequeñas pantallas de los teléfonos móviles y similares. Pese al altísimo
precio, la diagonal de esta TV no superaba los 28 centímetros, pero Sony tenía
también en sus laboratorios un modelo de 70 cm.
Desde entonces, tanto Panasonic como Sony han proseguido sus investigaciones y
mejorado los procesos para abaratarlos, pero ninguno se ha lanzado en la
producción en masa.
De hecho, su asociación pretende mantenerles en la carrera del mercado de los
televisores, mientras que los dos sufren con los modelos de cristal líquido
amenazado por la competencia de los fabricantes asiáticos e imposibles de
rentabilizar por la caída brutal de precios.
Sony acaba de renunciar totalmente a la coproducción de placas LCD, después de
haber invertido durante años al lado de su mayor competidor, Samsung
Electronics, en una fábrica conjunta en Corea del Sur, así como en la
gigantesca planta de Sharp en Japón.
En cuanto a Panasonic, que al igual que el pionero japonés de pantallas LCD,
Sharp, había gastado millones para poner en marcha fábricas de placas en Japón,
ha tenido que cerrar o reconvertirse debido al agujero financiero que supone
esta actividad.
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