Entre los meses de mayo y junio, se sumaron 127,297 personas a un empleo informal; mientras que quienes lograron obtener una fuente de empleo en la economía formal fueron 91,564 trabajadores de una Población Económicamente Activa (PEA) de 49 millones 590,669.
El reporte mensual que publica el INEGI correspondiente a junio estableció un nuevo récord en la informalidad, pues de una tasa de 29.02% reportada en el mes de enero de este año, en el sexto mes ésta se ubicó en 29.72% a pesar de que disminuyó a 28.66% en el mes de abril y ha ido en aumento desde entonces. En mayo del 2012 se reportaron a 13 millones 884,862.
Dicha situación permitió que la tasa de desempleo de junio fuera prácticamente similar a la del mes de mayo, al ubicarse a nivel nacional en 4.98% respecto de la PEA e incluso disminuyó respecto de junio del 2011, cuando fue de 5.42 por ciento. En contraste, en 12 estados la tasa de desocupación fue mayor a 5% y la más alta correspondió a Chihuahua, con 7.22 por ciento.
Analistas estimaron que, en el corto plazo, la tasa de desempleo consolida un estancamiento, y para el segundo semestre el promedio se espera de 4.6%, respecto de 4.9% del primer semestre.
La población ocupada alcanzó 95.19% de la PEA en el sexto mes del 2012. Del total de ocupados, 65.2% opera como trabajador subordinado y remunerado ocupando una plaza o puesto de trabajo; 4.7% es patrón o empleador; 23.3% trabaja de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleados.
Hugo Ítalo Morales, presidente de la Comisión Laboral de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, comentó:
“Ha sido pobre la creación de puestos de trabajo formales, a penas en promedio 300,000 por año, cuando la demanda nacional es de 1 millón 200,000 empleos”.
Agregó que es indispensable que “cuando el gobierno federal informe sobre el comportamiento del empleo, no sólo acudan las secretarías de Hacienda y del Trabajo, así como el IMSS, sino que se debe incorporar al INEGI para tener un panorama más real del desempleo, la informalidad y las regularizaciones del empleo formal”.
Por otra parte, detalló el INEGI, durante junio la población subocupada, medida como aquella que declaró tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas, representó 9.3% de la población ocupada. Esta proporción fue superior a la del mismo mes de un año antes, cuando se ubicó en 7.8 por ciento.
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