El
bullying no es sólo un problema escolar; en el ambiente laboral es un fenómeno
presente que, de acuerdo a un estudio realizado por la OCCMundial el 51% de los
profesionistas encuestados ha sido víctima. A diferencia del bullying, el
mobbing registra una frecuencia de por lo menos seis meses, en la que el
afectado recibe agresiones psicológicas constantes como acoso, aislamiento,
calumnias, amenazas, no dejar que participe en juntas o las labores que debe
realizar.Las razones más comunes por las que una persona se convierte en víctima de estas agresiones están relacionadas con que el individuo sea destacado en su desempeño, ya que los compañeros pueden sentirse amenazados; o también si el empleado tiene una buena relación con todos los demás.
Las principales consecuencias en la víctima son: psicológicas como la depresión; sociales, reflejadas en problemas con la pareja e hijos; laborales, con el incremento del ausentismo y la deserción del trabajo y biológicas, con el incremento de enfermedades.

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