El despido y/o recorte de personal son acciones naturales de toda empresa y, por lo general, se hacen de manera abrupta y sin una conversación auténtica y comprometida con el bienestar y éxito del empleado, además del poco o nulo conocimiento y discusión con el resto de la organización sobre esto.
Un despido tiende a generar miedo y a crear una percepción negativa en los empleados lo que puede desembocar en resultados poco favorecedores dentro de nuestra firma. Pero existen maneras más adecuadas de manejar esta sensible situación:
1. Comunicarle al empleado la decisión con la mayor antelación posible.
2. Tener una conversación auténtica y comprometida con el empleado que va a ser despedido.
3. Reconocer al empleado por la labor realizada en la empresa.
4. Apoyar al colaborador en su transición a la siguiente etapa laboral.
5. Comunicar a resto de la organización la decisión tomada.
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