martes, 2 de abril de 2013

MARKETING GLOBAL, por Karla Diez

Socialmente aceptable
 
Las empresas socialmente responsables son aquellas que cumplen con ciertas normas y principios referentes a la economía, ambiente y realidad de la sociedad, basadas en valores, lo que les ayuda a ser más productivas. Buscan como base la diginidad humana, bien común, participación social, calidad de vida, cuidado del medio ambiente, desarrollo humano y transparencia entre muchas más.
La responsabilidad social en las empresas es una cuestión legal, ética, moral y ambiental. El ser o no una empresa socialmente responsable es una decisión que la empresa debe tomar voluntariamente, no es una cuestión que pueda imponerse pero es algo muy conveniente para las mismas, ya que les da credibilidad frente a los clientes y les da una mejor postura posicionándolas en la mente del consumidor como una buena empresa.
El tener el título de Empresa Socialmente Responsable, da a los consumidores o clientes la tranquilidad de estar ayudando a una empresa que no sólo se preocupa por cumplir sus objetivos como empresa, sino que además da beneficios a los empleados, los apoya, al igual que a sus proveedores, que se preocupa por el entorno en el que sus clientes, empleados y demás colaboradores se desarrollan.
No hay que olvidar que el cliente puede preferir una marca en vez de otra sólo por la manera en que una o la otra lo hacen sentir. La perspectiva con la que el cliente ve a la empresa es tan importante a la hora de la toma de decisiones, que  hay que aprovechar todas y cada una de las oportunidades que se le presentan a la empresa para obtener una mejor imagen frente al cliente de modo que se logre diferenciar y sobresalir de entre las marcas, y ¿qué mejor manera que ayudando a la sociedad?
Hay diferentes prácticas que acreditan a la empresa como socialmente responsable, y aunque muchas compañías las consideren una pérdida de tiempo, deberían reconsiderarlo ya que no han visto el lado cálido de la responsabilidad social. Muchas actividades pueden incluso tomarse como integración para los colaboradores, así ayudando a la sociedad se ayuda a la propia empresa. La plantación de árboles o las campañas de reciclaje son algunas de las actividades que podrían tener un doble uso para la empresa, haciendo sentir a los colaboradores parte de la empresa, uniéndolos con otros compañeros e incluso, en algunas ocasiones, con su familia. Dándoles el sentimiento de ser parte de una causa que no sólo ayuda a la empresa sino a su planeta.

Karla López Diez de Bonilla

Administración y Mercadotecnia

0 comentarios:

Publicar un comentario

Queremos saber que opinas de la información que estamos publicando.