martes, 25 de marzo de 2014

Déficit, por Oswaldo Martínez Barrera @martnez_osawldo

Déficit


Una vez más México se enfrenta a un nuevo reto, y tal vez este sea el mayor al que nos enfrentaremos en los años siguientes. Todo se trata de déficit, una herramienta de la política económica necesaria muchas veces e incluso en algunas ocasiones indispensable para cumplir con las metas que el gobierno en turno tenga como prioridad. Pero ésta es una herramienta de doble filo, puede ser bastante benéfica si es controlada de manera adecuada y moderada, pero también puede ser bastante desastrosa como lo podemos ver en algunos países con deudas consideradas de alto riesgo, por no decir impagables (Chipre 109,60% de su PIB, Grecia 171,80% del PIB, Japón  245% de su PIB, entre otros).


Hace algunos meses Leo Zuckermann, en su programa del canal 40, hacía una analogía del partido que actualmente está en el poder (PRI) y lo comparaba respecto al tema de deuda publica, con un borrachito (gobierno) y su botella de alcohol (déficit), y que este poco a poco iba dando tragos al otro, pero que al pasar los años esos tragos cada vez eran mayores, hasta que terminaban por causar problemas mayores que los que el borrachito tenía en primer lugar antes de tomar de esa botella.  Con este ejemplo, a lo que Leo quería hacer referencia es a lo que hoy la historia nos ha enseñado, deudas incontrolables que derivaban en crisis sexenales, devaluación, inflación como nunca antes se había visto, en fin, un entorno macroeconómico deplorable desde 1970  hasta 1994.

Regresando al déficit como reto para nuestra nación, es importante decir que la cautela respecto a este tema por parte de los gobiernos anteriores recientes se hizo evidente, al evitar incrementar la deuda y mantener un ambiente macro “sano”. 
Ahora lo que este nuevo gobierno propone es incurrir en déficit para poder aumentar el gasto público (pero es interesante distinguir qué tipo de gasto) y así  impulsar el crecimiento económico.

Hoy se aprobaron un serie de modificaciones a las leyes que tienen que ver con seguro de desempleo y seguramente en próximos días se aprobará la pensión universal, con lo cual el gobierno estará cumpliendo uno de sus compromisos, pero el  problema reside en que aunque estos dos sean muy buenos beneficios, no se estarán financiando con un fondo previamente creado y que con el tiempo vaya acumulando capital para el momento del retiro o en caso de desempleo se pueda hacer uso de estos beneficios. En México no planean hacerlo así, sino que  la idea es pedir prestado para poder financiar estos programas, lo preocupante y lo que se debería de cuestionar es la forma en que se planea pagar este préstamo destinado a ayudar a la sociedad ( gasto corriente ).

Habrá que seguir muy de cerca este tema porque es bastante importante no sólo para las finanzas públicas de la nación, sino también para cada uno de los ciudadanos mexicanos. El gobierno se esta metiendo en terreno peligroso que si no se planea y se maneja de buena manera, será perjudicial para todos, incluso para los que están recibiendo dicha ayuda.  


Bibliografía




MÉXICO Y EL MUNDO, por Oswaldo Martínez Barrera
Economía
4º Semestre
Twitter:@martnez_osawldo

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