Alejandro de la Rosa / El Economista
El 2011 será un año que las aerolíneas mexicanas recordarán con gusto. A pesar de la complicada situación económica internacional, las 14 empresas que tienen operaciones, comerciales y de carga, sumaron 28 aviones entre enero y septiembre para atender la creciente demanda.
Hasta agosto del 2010, según la Dirección General de Aeronáutica Civil, la flota total en el país fue de 287 equipos -116 eran operados por Grupo Mexicana de Aviación, que cesó operaciones ese mes ante su difícil situación financiera- y al final del tercer trimestre del 2011 eran 223.
Lo anterior implica que en los últimos 16 meses se han agregado 52 aeronaves, de las cuales 24 fueron integradas en los últimos cuatro meses del 2010.
“Además de las aeronaves que se han repuesto, se debe considerar que más o menos los seis meses posteriores a que salió el competidor más grande, todas las aerolíneas usaron intensivamente sus aviones”, comentó el presidente de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), Abraham Zamora.
Debido a la diversidad de factores que incluye traer un equipo propio o arrendado es complicado cuantificar la inversión que se hizo durante el año.
El representante de la industria explicó: depende del tipo de equipos que traigas. Los de nueva generación cuestan 50 millones de dólares, en promedio, pero si quieres uno más grande cuesta 150 millones de dólares. Las aerolíneas han traído de todo, hay empresas que tiene aviones de más de 20 años en el mercado y esos cuestan 2 o 3 millones de dólares.
Por otro lado, solamente una de las líneas aéreas es pública: Grupo Aeroméxico. Su presidente, José Luis Barraza, ha comentado gustoso que el 2011 trajo la oportunidad de regresar a la Bolsa Mexicana de Valores y acelerar sus planes de expansión en busca de ser la aerolínea bandera del país. En abril anunciaron una inversión de 1,300 millones de dólares para comprar 20 aviones en dos años.
Y PERSISTE LA FALTA DE CONECTIVIDAD
Alicia Terán, presidenta de la Asociación Femenil de Ejecutivas de Empresas Turísticas y propietaria de una agencia de viajes, reconoce todos los esfuerzos públicos y privados que se han hecho para atender el hueco dejado por Mexicana de Aviación, pero sabe que todavía hay aspectos por superar.
“Es un hecho, aún falta oferta aérea. Además se ha dicho que Aviacsa iba a regresar este año y tampoco... Afortunadamente se ha hecho mucho trabajo de promoción del país, pero no debemos dejar de lado que sí falta conexión para algunos destinos”, indicó.
Para Abraham Zamora, la llegada de más equipos no significa echar las campanas al vuelo y, aunque acepta el reto de incrementar la conectividad, destaca que hasta mediados del año pasado existía una sobreoferta aérea y la salida de un jugador ha permitido consolidar un poco la aviación en México, que es lo que hacía falta. Y gozar de la evidente reactivación.
“En número de pasajeros el año pico es el 2008, con más de 53 millones de pasajeros (nacionales e internacionales). Con la influenza bajó a 48 millones y al cierre del 2011 será, más o menos, de 50.3 millones y el próximo de 6 millones de pasajeros.
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