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El presidente del
gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró hoy que España no tiene previsto pedir
que el fondo de rescate de la Unión Europea (UE) compre deuda soberana, al
tiempo que subrayó que las ayudas europeas a Madrid no tienen condiciones
macroeconómicas. Con ello contradijo a líderes comunitarios."No nos planteamos nada en ese sentido", comentó Rajoy en la rueda de prensa final de la cumbre europea de Bruselas, en referencia a la posibilidad de que el fondo de rescate europeo pueda comprar deuda.
El presidente del gobierno hizo estos comentarios a pesar de que en las arduas negociaciones de la pasada noche en Bruselas, los líderes comunitarios abrieron la puerta a que el fondo de rescate compre deuda en los mercados para aliviar las presiones de los mercados en torno a España.
Pero tanto el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, como el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y su homólogo de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aseguraron, por el contrario, que sí existirán condiciones. "Las ayudas (a Madrid y Roma) no son gratis", subrayó Van Rompuy.
Sobre la forma en que la banca española recibirá las ayudas (por hasta 100,000 millones de euros como tope), Rajoy comentó que se sigue negociando el memorando con la UE. En un primer paso se usará el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), sin ninguna condicionalidad macroeconómica.
En una fase posterior, se empleará Fondo de Rescate Permanente (MEDE). Cuando esté creado el futuro supervisor bancario europeo, quizás a fines de este año, la recapitalización del sector se realizará directamente al sistema bancario.
Por otro lado, destacó que el éxito más importante de la cumbre es haber apuntalado al euro.
"Lo importante es que ha habido un acuerdo que refuerza la posición del euro, lo demás son asuntos menores", comentó a la pregunta de si España e Italia presionaron a Alemania en el asunto de la recapitalización directa de la banca en problemas, una de las mayores reivindicaciones de Madrid.
Según Rajoy, el objetivo común de los 27 líderes europeos era "mostrar la irreversibilidad de la moneda única" y, en ese sentido, agregó, el Consejo Europeo ha mandado "una señal clara e inequívoca (...) el proyecto es más fuerte y creíble que nunca".
Otro de los puntos positivos destacados por Rajoy es el hecho de que la eurozona no tenga estatus de acreedor preferente en el MEDE por las ayudas a la banca española en caso de reestructuración.
La recapitalización directa de los bancos y el poder acudir al fondo de rescate para comprar bonos de deuda, dijo, son "un avance muy importante". No obstante, reiteró que España no necesita esa opción, al menos por ahora.
Se trata de un mensaje claro para actuar en los mercados secundarios, comentó. El presidente del Gobierno se mostró confiado en que todos los consensos alcanzados hoy se concreten en el Eurogupo del próximo 9 de julio, cuando está previsto que se den a conocer las condiciones detalladas del rescate bancario.
En ese sentido, Rajoy no quiso entrar en detalles debido a que todavía se negocia el memorándum, en el cual precisamente estarán esos detalles, relativos sobre todo a tipos de interés, que podrían oscilar entre el 3 y el 4 por ciento, según fuentes comunitarias, así como el plazo de devolución, de entre 15 y 20 años. "No habrá condicionalidad macroeconómica", afirmó tajante.
Rajoy fue vago en sus respuestas en relación a las informaciones filtradas entre bastidores de la cumbre, que apuntan a que el primer ministro italiano, Mario Monti, encabezó las presiones a la canciller alemana, Angela Merkel, para que aceptara aunque con estrictas condiciones esa posibilidad, además de otras medidas para relajar la presión de los mercados sobre las deudas italiana y española.
Monti y Rajoy, con el apoyo decisivo del presidente francés, François Hollande, formaron, según fuentes diplomáticas comunitarias, un frente de presión ante Berlín para que la UE ayude a Madrid y Roma a superar sus problemas de financiación en los mercados. Italia mantuvo hasta el último momento bloqueado el pacto por el crecimiento, dotado con cerca de 120,000 millones de euros, finalmente aprobado.
En relación con la grave crisis de deuda en la eurozona, Rajoy se mostró optimista, aunque parco en palabras, respecto de los resultados del encuentro de líderes europeos.
"Este Consejo ha marcado un camino correcto para hacer frente a la crisis", comentó, al tiempo que destacó que la UE tiene ahora una hoja de ruta clara. "Tenemos que seguir trabajando, queda mucho camino por recorrer", alertó.
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