En la viña alemana, por Mercedes Larrinaga

Lugar: Oestrich-Winkel, Alemania
Fecha: Abril 17, 2013

El sábado pasado dos amigas francesas y yo decidimos ir a pasar el día a una ciudad muy bonita llamada Heidelberg. Y es que en Alemania los fines de semana tienes la oportunidad de comprar un boleto de tren regional por 42 euros, puedes viajar a cualquier parte de Alemania con este ticket y además lo pueden usar hasta 5 personas, así que es una oferta digna de aprovecharse.

El viaje en tren fue relativamente corto, en poco menos de tres horas estábamos ya en Heidelberg. Al principio parece una ciudad alemana común y corriente, no se llegan a percibir grandes diferencias. Pero el encanto de este lugar yace en su castillo y en la vista que se puede apreciar de la ciudad desde él. Después de 10 minutos de subida por fin llegamos al castillo, y vale la pena el esfuerzo porque la vista que hay de la ciudad es preciosa: todos los techos de las casas son de un color rojizo, así que se ve todo muy uniforme, además de esto, a la vista se añade el río y un puente que lo cruza. El castillo en sí son solo ruinas, hay unos pequeños museos adentro, pero nada espectacular.

Al pasar un rato nos dio hambre y decidimos bajar, fuimos a comer a un restaurante que estaba en el centro, el cual es muy estaba lleno de gente, y le daba una alegría especial al lugar. Cuando terminamos de comer fuimos hacia el puente para poder tener una visión panorámica del castillo. Esto también es digno de verse, ya que está construido en la montaña, así que está la ciudad abajo y el castillo arriba. Antes de regresar a Oestrich dimos una vuelta por el centro.

El domingo hizo un clima excelente (para los parámetros de aquí), estuvo soleado y no tan frío como los días anteriores. Para aprovechar el día fuimos a dar un paseo al río, donde no solo se veía mucha gente que iba a disfrutar del clima en un domingo, sino que los animalitos que hay en el río (patos, cisnes, entre otros) también salieron. En esta época del año a lo largo del río hay lugares donde puedes ir a sentarte a tomar una copa de vino de la región. En los días nublados casi no hay gente, pero en los días soleados está bastante lleno, la gente simplemente va allí y disfruta de un rato tranquilo con familia o amigos a orillas del río.

Lo que lleva de la semana el clima no ha sido tan benévolo como fue el domingo, ha estado nublado y con lluvia, lo bueno es que parece que el frío por fin se está yendo.