RINCÓN ECONÓMICO, por Raúl Vergara

¿Qué hacer para crecer? Parte 1: Reformar los Impuestos

México, junto con otros países como China y Brasil, ha sido señalado a nivel internacional como uno de los que tiene mayor potencial de crecimiento en este siglo. Nuestro país cuenta con condiciones ideales para desarrollarse en varios aspectos, por ejemplo: tenemos una posición geográfica privilegiada con acceso a los dos océanos más importantes y colindamos con EEUU, el mayor mercado del mundo, nuestra población es joven y no enfrentaremos una crisis de envejecimiento en muchas décadas, además, en México existe la infraestructura y capital humano necesario para impulsar nuestro desarrollo. Sin embargo, para que podamos explotar nuestro potencial y obtener tasas de crecimiento superiores al 6% anual, y así elevar el nivel de vida de los mexicanos, es necesario implantar varias reformas estructurales.

De dichas reformas, una de las más importantes es la fiscal. México padece de una de las tasas de recaudación más bajas de todos los países de la OCDE, esto causado por un sistema tributario ineficiente y engorroso que desincentiva la inversión y promueve la informalidad. Para remediar esta situación, se debe implantar un sistema fiscal basado en los siguientes puntos:

 

·         Enfocarse a los impuestos al consumo: La forma más eficiente de cobrar impuestos de forma justa sin desincentivar la inversión es cobrarlos al consumo. Si se implanta un impuesto generalizado al consumo, sin excepciones ni deducciones, ampliaremos la base que paga impuestos y todos pagarán la misma proporción. Si la tasa es de 10%, ¿gastaste $100? Pagas $10. ¿Gastaste $1000? Pagas 100. Otra de las ventajas que tiene un impuesto de este tipo es que es extremadamente difícil de evadir. Cualquier empresario sabe que es fácil pagar menos ISR del que debería, mientras que hacer lo mismo con el IVA es prácticamente imposible.

·         Eliminar los impuestos sobre la renta: Cobrar impuestos al éxito desincentiva el esfuerzo, del mismo modo que gravar los cigarros disminuye el tabaquismo. Este tipo de impuestos, como el ISR, tienen como objetivo a las grandes empresas, sin embargo, éstas cuentan con los recursos para evadirlos fácilmente, de modo que a quien acaban perjudicando es a las pequeñas empresas y a la clase media, que pierden una parte de su ingreso que podría haber sido usada para inversión y desarrollo.

·         Simplificar el pago de impuestos: Una de las principales razones por las que más del 30% de la población económicamente activa mexicana está en la informalidad es porque el cubrir con las obligaciones de pagar impuestos es tan complejo que suele requerir contratar a profesionales, lo cual es demasiado costoso para la mayoría de los micro empresarios. Por lo tanto, una buena forma de incluir a todos en la formalidad (y aumentar la cantidad de los que pagan impuestos) es simplificar el proceso de tributación, de modo que cualquiera pueda cubrir sus obligaciones fácilmente.

 

Muchas de estas propuestas no se han querido aplicar por el pretexto de que “perjudican a los pobres”. No obstante, ésta supuesta protección ha traído como consecuencia frenar la inversión y el desarrollo que es la única forma de sacar a las personas de la pobreza. Además, el 79% de los pobres en México no sufren de pobreza extrema, de modo que consumen más cosas que únicamente alimentos. Si el impuesto al consumo fuera general, la tasa podría ser mucho más baja, de modo que también estas personas de escasos recursos se beneficiarían, al poder adquirir bienes como ropa o artículos para el hogar con un impuesto más bajo.

 

La lógica económica y la experiencia internacional indican que la Reforma Fiscal que nuestro país necesita debe ir en esta dirección, la voluntad política existe en ciertos sectores, ahora todo es cuestión de que quienes legislan se atrevan a romper con los grupos de presión que se benefician de la situación actual y puedan implementar los cambios requeridos.

 

RINCÓN ECONÓMICO, por Raúl Vergara Arias

 

Economía– 2o semestre