lunes, 1 de abril de 2013

UN VISTAZO AL MUNDO, por Mariana Quetzal


Producción con cero defectos

Para poder comprender la filosofía de la empresa multinacional japonesa Toyota Motor Corporation, primero debemos recurrir a dos importantes preguntas: ¿Qué pasaría si un fabricante decidiera que sus productos tuvieran cero defectos? y ¿Qué pasaría si sus empleados adoptaran, como superación personal, el objetivo de la fabricación cero defectos?.  En 1950, Eiji Toyoda y Taiichi Ohno crearon el Sistema de Producción Toyota basado en los principios de Jidoka, Just-in-time y Kaizen, este sistema es un factor fundamental en la reducción de inventarios y defectos en las plantas de Toyota y de sus proveedores. Dicho sistema cuenta con un énfasis en la mejora continua y el valor del compromiso de los empleados, es por esto que ha sido motivo de estudio en universidades y círculos empresariales.

Con sede en Toyota City, Aichi, Japón, Toyota se ha posicionado como una de las compañías fabricantes de automóviles más grandes del mundo, y sobre todo la más respetada por su calidad.  El verdadero reto de la compañía no es  producir más y más, sino lograr que todos sus automóviles tengan la misma insuperable calidad. Para demostrar el alto nivel de calidad que la compañía maneja, cabe mencionar  que en todas las etapas del proceso de producción, un Toyota debe responder a los más estrictos estándares de Quality, Durability y Reliability (Calidad, Durabilidad y Confiabilidad). Además, la empresa cuenta con instalaciones de evaluación de vehículos en todo el mundo, en donde se pone a prueba la conducción, la durabilidad y la confiabilidad de cada producto en condiciones extremas.

La historia de Toyota comienza a finales del siglo XIX, cuando Sakichi Toyoda inventa el primer telar automático, que revoluciona la industria textil de Japón. En 1907, Sakichi funda la empresa Toyoda Automatic Loom Works, pero para 1929 vende todas las patentes de telares a la empresa británica Platt Brothers e invierte esos ingresos en el desarrollo del primer vehículo Toyota. Su hijo, Kiichiro Toyoda, estudió a fondo las líneas de producción americanas y encontró formas de hacer la producción más precisa y eficiente. En 1934, Kiichiro y su equipo terminaron el primer motor prototipo Toyoda.  Para 1936,  deciden cambiar el nombre a Toyota que en japonés se escribe con ocho signos, reflejando buena fortuna. Finalmente ese mismo año sale a la calle el primer modelo AA Toyota.

Toyota tiene un compromiso total con la seguridad y satisfacción  de sus clientes al tener en cuenta las mejores condiciones en sus automóviles. Un claro ejemplo del compromiso y espíritu de la empresa lo podemos encontrar en su reconocido logotipo, el cual consiste en tres óvalos en interacción. Estos óvalos representan el corazón de sus clientes, el corazón de sus productos y la expansión global a la que aspira la empresa. Hoy en día al ver este logotipo recordamos a Toyota como símbolo de calidad, durabilidad y confiabilidad.





Mariana Quetzal
Administración y Negocios Internacionales



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