miércoles, 14 de agosto de 2013

RRHH CON SENTIDO por Ana Paula Moreno Palma

Motivación ¿Psicológica?

Es importante que una persona decida qué quiere hacer de su vida profesional e igual de importante es tomarse el tiempo necesario para pensar a qué se quiere dedicar y en dónde.
Al ubicar la empresa en donde se quiere trabajar debemos fijarnos no sólo en que ofrezcan las mejores prestaciones, un gran sueldo o inigualables opciones de crecimiento, también se debe pensar en los incentivos que tienen para motivar tu trabajo de manera “psicológica”. Y por otro lado fijarnos también cómo es que nos mantendremos motivados nosotros mismos.
La motivación es un estímulo que nos mueve a realizar con muchas más ganas lo que queremos y en este caso es nuestro trabajo. Es realmente impactante lo que las empresas pueden lograr motivando a su personal, pueden alcanzar muchas más metas y retener al talento que puede llevar a la organización a un crecimiento exponencial.
Motivar a otra persona no implica siempre cosas materiales, la mayoría de las veces la motivación se empieza con actos como conocer, prestar atención o simplemente ser amables con los empleados. Primero hay que crear un clima laboral favorable en donde la comunicación sea plena entre los empleados y en la relación jefe-trabajador, de esta manera se facilita el aprendizaje teórico y práctico en todos los puestos. Para lograr los objetivos, se pueden marcar metas o fines a los que se quiere llegar con trabajos específicos a corto y/o largo plazo y brindar confianza a la gente pensando en que tienes a los mejores y que pueden cumplir con un trabajo de calidad sin necesidad de dudas ni presiones. Después de estar seguro de haber logrado una buena motivación “psicológica” y de evaluar el rendimiento de las personas, se puede empezar a agradecer a la gente con retribuciones o premios, como aumento de sueldo, bonos o días de descanso, con esto la motivación del trabajador va a ser mayor haciendo que éste suba de nivel y rendimiento.
Pero qué pasa cuando dejamos que la motivación que necesitamos la haga sólo la empresa. No podemos ser conformistas o esperar a que la gente haga las cosas por nosotros, aparte de la motivación “psicológica” que te pueda ofrecer una empresa o incluso la material, uno debe de ir ya preparado con una motivación interna que nos haga levantarnos cada día con ganas de ir a trabajar y explotar todo el potencial que tenemos dentro. Para empezar esta motivación interna, debemos de practicar el autoconocimiento para encontrar las cosas que realmente nos mueven a hacer bien y con ganas las cosas. Con esto se puede trabajar en nuestra autoestima y aprender a confiar en uno mismo, en que podemos lograr lo que sea que nos propongamos y con buenos resultados.
Así podemos concluir que es mucho más importante trabajar una motivación “psicológica” y dejar la material sólo como complemento. Pero aparte de las empresas hacia los empleados la debe trabajar también cada persona de manera para llegar con mucho más ánimo y optimismo al lugar de trabajo.

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