Fecha: Febrero 1, 2013
Durante los dos meses que estuve en
Calcuta, tuve la oportunidad de trabajar en una ONG llamada Tiljala SHED, una
organización sorprendente con la que tengo el privilegio de seguir trabajando
desde México. Esta organización tiene varios programas orientados al desarrollo
social. Trabajan con las niñas de los barrios bajos, con mujeres que quieren
estudiar, con los pepenadores y sus familias, construyen librerías, baños,
salones y otras facilidades de las que carecen muchas comunidades de Calcuta.
Al trabajar con ellos tuve la oportunidad de visitar muchos de estos lugares:
establecimientos de personas en las vías del tren, barrios bajos, clínicas de
donación de sangre, entre otros lugares.
Si alguno ha visto la película ganadora del
Óscar, Slumdog Millionaire, puede imaginar esas escenas pero al triple, eso es
Calcuta. Es difícil de explicar pero al estar en esos lugares se entra en un
estado de shock absoluto donde, al menos en mi caso, no se llora ni se grita,
uno trata de mantener la compostura, sonreír y jugar con los niños de manera
normal. Es mucho después cuando uno trata de entender y se pregunta: ¿Qué acaba
de pasar?
Como Tiljala SHED, hay una cantidad
innumerable de ONGs que trabajan con distintos sectores de la población. Aunque
son organizaciones sin fines de lucro, realizan las funciones que cualquier
empresa debe realizar: campañas de promoción, búsqueda de recursos,
contratación de capital humano, renta de espacios físicos y de material… todo
con la única diferencia de que su objetivo no es ganar dinero. Esto resulta un
problema en India porque aunque hay miles de ONGs dispuestas a atacar los problemas
que trae la pobreza y aunque la mayoría de ellas tienen grandes ideas y
excelentes esquemas de trabajo, hacen falta recursos.
Este no es un problema nuevo, y aunque la
gente cada vez es más consciente de la importancia que puede tener su ayuda,
falta mucho que recorrer en el camino de la igualdad social. Pareciera que hay
muchas personas dispuestas a ayudar pero que no saben cómo o que simplemente
desconocen la magnitud y diversidad de algunos problemas en el mundo.
India, especialmente, es una economía que
se está desarrollando a pasos agigantados. El problema es que en este proceso
se está ensanchando la brecha de la desigualdad social y económica e India se
está convirtiendo en un país donde los ricos cada vez son más ricos y los
pobres cada vez más pobres.
Hoy en día más de un 25% de la población de
India vive por debajo del umbral de la pobreza. Las necesidades y los problemas
sobran, lo que hace falta son manos y dinero. Por eso es tan importante la
presencia de todas estas organizaciones, que de alguna forma, ayudan a
equilibrar un poco estas diferencias. Esto no quiere decir, por supuesto, que
todas sean organizaciones confiables, hay varias que son consideradas un fraude,
por lo que es importante, si se quiere ayudar, hacer una investigación previa.
Personalmente, pude trabajar de cerca con
tres ONGs distintas: La ya mencionada Tiljala SHED, otra dedicada a rescatar
niñas del Distrito Rojo de Calcuta y otra más dedicada a la educación de
sordomudos. Todas estas organizaciones, completamente confiables, están en
busca de voluntarios, donadores y patrocinadores. Solo es necesario un poco de
interés y ganas para contribuir y ser parte del cambio.
Queda muy claro que no es necesario ir a
India para ayudar a la gente que lo necesita; México mismo tiene su propia caja
de pandora. Lo importante es ayudar donde se pueda, ya sea presencialmente,
dando dinero o desde una computadora (online
volunteering), cosa que cada vez es más común e involucra tareas como:
traducciones, realización de proyectos y planes para la recaudación de fondos,
diseño, creación y mantenimiento de redes sociales, entre otras.
Como podemos ver, las oportunidades sobran,
solo es cuestión de ponerse a trabajar. Además de seguir apoyando a estas
organizaciones en la recaudación de fondos, próximamente tendré el honor de
hacer una exposición de arte con obras realizadas por las niñas de los barrios
de Calcuta. Así mismo, junto con otras cuatro personas de diferentes países,
estamos comenzando una organización dedicada a la promoción del voluntariado
online y a la oferta de diversas oportunidades en este campo.
Si alguien se encuentra interesado en
apoyar de alguna manera a alguno de estos proyectos no dude en contactarme:
asosapadilla@gmail.com
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