miércoles, 2 de octubre de 2013

BAJO LA LUPA, por Sebastián Joo Anguizola @SebasJoo

Estragos de una tormenta

En esta década, todos hemos estado abrumados por las noticias que se nos presentaban; delincuencia organizada, un estado de terror en las zonas del norte, noticias  que mostraban la capacidad que podía generar la delincuencia organizada. A pesar del impacto que puede tener aquella situación, nada es parecido al poder que tienen los desastres naturales para sembrar cierto estado de preocupación y unión.  No hay cartel o pandilla que pueda causar lo que causa un desastre natural en cuestión de minutos u horas. Afectar centenares de personas en relación de damnificados, fallecidos, estructura y distorsionar el orden público.
Este mes ha estado caracterizado por la capacidad que tenemos como mexicanos a unirnos con nuestros prójimos en situaciones delicadas. Hemos dedicado tiempo y esfuerzo colectivo para poder ayudar a los damnificados del estado de Guerrero, que fue afectado por las tormentas Ingrid y Manuel. ¿Pero esta tragedia pudo haber sido menor en cuanto a daños?
De acuerdo al Índice de Vulnerabilidad Climática, presentada por el IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad), en México ya es una realidad las consecuencias del cambio climático. Entre 1974 y 2011 el 65% de los municipios en México se volvieron más secos y el 66% se volvieron más cálidos. Esto se refleja en una volatilidad en los fenómenos naturales que ocurren (huracanes o sequías). Y no sólo se afecta la cohesión social, también existe un efecto económico. Entre 2000 y 2011 los desastres naturales costaron a México alrededor de 360,000 millones de pesos. El costo que reflejó el paso de Ingrid y Manuel se vio traducido en un cálculo aproximado entre 4,000 millones y 16,000 millones de pesos. El secretario de Haciendo, Luis Videgaray, estima que el daño al PIB fue de aproximadamente una décima de punto porcentual, 430,000 hectáreas de cultivo fueron afectadas, principalmente maíz, sorgo y caña de azúcar. Se ha reducido elpronósticoo de crecimiento real del PIB de 1.3% a 1.1%.
Si este fue el daño que causaron estas tormentas, ¿Por qué no hicimos algo para prevenirlo? Por claras razones, no podemos evitar que sucedan este tipo de fenómenos, pero con la correcta información y difusión podríamos mitigar los daños. De acuerdo al SME (Servicio Meteorológico Nacional) se presentó con varios días de anticipación que existía la posibilidad de inundaciones y informaron sobre la magnitud de las tormentas. Dada esa información, ¿Qué hicieron las autoridades para informar a la población y presentar un plan de acción?
Esta en manos de las autoridades que, aunque no podamos evitar estos fenómenos, presentar medidas para que sucesos de esta magnitud no afecten a tal medida la población. Con una correcta difusión y estrategia, la cantidad de afectados podría disminuir de manera considerable y con ello el impacto que puede tener en la economía. Aunque tengamos fondos como el FONDEN, esta no debe ser nuestra principal fuente de escape cuando se puede reducir el costo.





Sebastián Joo Anguizola
Twitter: @SebasJoo

Economía
3º Semestre

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