martes, 1 de abril de 2014

La verdad del seguro de desempleo por Raúl Vergara Arias @Rau1Vergara

La verdad del seguro de desempleo



El “estado del bienestar” es sin duda el mayor logro que el pensamiento socialista haya tenido. Consiste en el sistema a través del cual el gobierno proporciona servicios de salud, educación, pensión y seguros a sus ciudadanos; todo esto financiado con los impuestos que recauda. Hoy en día, el gobierno mexicano pretende replicar este modelo, que tuvo su auge en la Europa de la postguerra, y aplicarlo en nuestro país, siendo una de las piezas fundamentales el seguro de desempleo, cuya implementación se discute actualmente en el Congreso.

Un seguro de desempleo representa un importante beneficio para los trabajadores que tienen el infortunio de perder su trabajo, ya que les permite recibir mensualmente una cierta cantidad de dinero con la cual mantenerse y hacer frente a sus necesidades mientras encuentran otra plaza en la cual emplearse, además de facilitar que quienes están en esta situación mantengan su nivel de consumo durante su período de desocupación, lo cual puede ser benéfico para la economía en tiempos de crisis. Por todo ello no sorprende el que sea muy rentable políticamente ofrecer esta prestación a los votantes. Sin embargo, no debemos perder de vista el hecho de que el seguro de desempleo puede llegar a ser muy costoso y dar incentivos negativos a las personas que pueden sentir mucha menos urgencia de encontrar trabajo si el gobierno les da un apoyo, generando una tasa de desempleo aún mayor. Basta con observar la situación de las economías europeas en crisis para ver los riesgos del seguro de desempleo: en los períodos de recesión en que muchas personas pierden su trabajo, puede resultar muy difícil para el gobierno hacer frente a los pagos del seguro, lo que lo obliga a recurrir a deuda y a mayores impuestos para los sectores más productivos de la economía.

Es evidente por lo tanto que los legisladores mexicanos han obrado de manera responsable al abordar este tema con cautela y no destinar una gran cantidad de recursos públicos al seguro de desempleo. En lugar de ello han optado por crear una subcuenta en el fondo de ahorro para la vivienda de los trabajadores (recordemos que la ley obliga a que el 5% del salario de cada trabajador vaya a su fondo de INFONAVIT) que podrá utilizarse en caso de que la persona que se quede sin trabajo desee recibir una pensión durante su tiempo de desocupación. Este fondo será además compensado con una aportación del 0.5% del salario del trabajador que hará el gobierno federal para financiar el apoyo a los desempleados, que podrán recibir un porcentaje del sueldo con el que cotizaban de forma mensual. Además hay que mencionar que el porcentaje de sueldo que reciban irá descendiendo progresivamente conforme pasen los meses, lo cual debe servir para desincentivar el abuso del seguro de desempleo por parte de quienes prefieren vivir de este apoyo a encontrar trabajo.

Muchas voces se han alzado en las últimas semanas para criticar el formato que el seguro de desempleo está adoptando en México, sostienen que se está estafando a los trabajadores al tomar los recursos de su propio ahorro para la vivienda en vez de que el gobierno aporte toda la cantidad. No obstante, esto es lo más viable y responsable que se puede hacer en nuestro país, obrar de otro modo significaría abrir la puerta al endeudamiento y exceso de gasto por parte del Estado, además de que se necesitaría aumentar la tributación de impuestos para financiar este seguro. Además, no se obliga a ningún trabajador a recurrir al fondo de vivienda para financiar su apoyo de desempleo, solo aquellos que así decidan la utilizarán.

En resumen, el modelo de seguro de desempleo que se pretende utilizar en el país hace frente a los principales problemas que esta prestación ha tenido en otros lugares: no pone en peligro las finanzas públicas pues no requiere un gran gasto del gobierno porque se financia en gran parte con el fondo de INFONAVIT de los trabajadores y no incentiva a que los desempleados abusen del seguro porque se estarían comiendo sus propios ahorros; además no se apoya tanto en los impuestos de las áreas más productivas y más bien cada quien ahorra para los momentos de escasez. Así como en la fábula donde la cigarra se prepara para el invierno, esta es una medida bastante sensata de los legisladores para ayudar a que los trabajadores no estén desprotegidos ante una situación de desempleo.



RINCÓN ECONÓMICO, por Raúl Vergara Arias
Economía
4º Semestre

Twitter:@Rau1Vergara

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