martes, 29 de abril de 2014

¿Por qué existe la brecha salarial entre hombres y mujeres? por Raúl Vergara Arias @Rau1Vergara

¿Porqué existe la brecha salarial entre hombres y mujeres?

En la mayoría de las discusiones referentes a la desigualdad de género, uno de los temas que siempre sale a relucir es el de la existencia de una brecha salarial entre los hombres y las mujeres. Es decir, que los hombres reciben un mayor pago que las mujeres por igual número de horas trabajadas, en promedio. Este es un hecho que se ha documentado a profundidad, según un estudio realizado por el Colmex en 2014, las mujeres mexicanas ganan en promedio un 8% menos que los hombres. Además, dicho fenómeno no se presenta únicamente en México, Barack Obama recientemente señaló que en su país “una mujer gana 77 centavos por cada dólar recibido por un hombre”.

La reacción normal de la mayoría de las personas al enterarse de lo anterior es, por supuesto, la indignación y el sentimiento de que la discriminación contra las mujeres en el campo laboral es aún muy prevalente. A final de cuentas, sólo en una sociedad machista y retrógrada se podría pagar 77 centavos a una trabajadora y 1 dólar a un trabajador ¿no?

En realidad la cuestión es mucho más compleja que la simple discriminación. Si así fuera entonces las empresas podrían aumentar enormemente sus ganancias simplemente con ser más incluyentes. Cualquier empresario se daría cuenta de que al contratar mujeres podría ahorrarse un porcentaje significativo de su gasto en nómina (pues les podría pagar menos por el mismo trabajo) y así embolsarse mucho más dinero. Sin embargo no vemos que esto ocurra, y es porque tal como varios estudios han mostrado, la brecha salarial de género se debe principalmente a tres causas que poco tienen que ver con el machismo de los empleadores: primero la elección de ocupaciones, luego el hecho de los hombres no se ven forzados a apartarse del desarrollo laboral por embarazo y maternidad y finalmente el que los hombres en promedio trabajan más horas que las mujeres

En primer lugar, el tipo de trabajos que desempeñan los hombres y las mujeres suelen ser diferentes. La participación masculina es muy alta en las ocupaciones mejor pagadas. Por ejemplo, en Estados Unidos el 87% de los ingenieros son hombres, mientras que sólo el 16% de los maestros de escuela lo son. Además, la mayor parte de los trabajos peligrosos (que generalmente reciben un pago mayor por lo mismo) los realizan hombres: el 92% de quienes mueren en actividades laborales son hombres.

Por otro lado, en promedio los hombres trabajan más horas a la semana que las mujeres, lo cual también explica una parte importante de la diferencia entre lo que ganan. En México el 36.3% de las mujeres y el 20.1% de los hombres trabaja a tiempo parcial (35 horas o menos a la semana), mientras que  el 19% de las mujeres y el 33.2% de los hombres trabaja más de 48 horas semanales (más de la jornada estándar de 8 horas, 6 días a la semana).

Lo anterior se explica por la causa más importante de la brecha salarial: las mujeres suelen pausar sus carreras profesionales para tener y cuidar a sus hijos. Esto además se da en una edad en la que las horas trabajadas se relaciona de forma muy importante con el salario que se tendrá en décadas posteriores, de modo que mientras los hombres pueden tener una vida laboral de 40 años ininterrumpidos, las mujeres que tienen hijos deben dejar de trabajar al menos por algunas temporadas.

La buena noticia es que al menos en los países de Occidente, incluyendo las zonas urbanas de México, la discriminación activa en contra de las mujeres ha dejado de ser un factor importante para determinar que ganen menos que sus contrapartes hombres. De hecho, si se compara el salario promedio de los hombres solteros y sin hijos con el de las mujeres solteras y sin hijos, se encuentra que la diferencia es prácticamente nula. Esto deja claro que de ahora en adelante las políticas encaminadas a la igualdad de género no deberán ir tanto enfocadas a luchar contra el machismo, sino más bien a facilitar el proceso de tener y criar niños para las madres.


Bibliografía

Comunicado de prensa Instituto Nacional de las Mujeres 2011

The Economist: The return of the stay at home mother
19 de abril de 2014



RINCÓN ECONÓMICO, por Raúl Vergara Arias
Economía
4º Semestre
Twitter:@Rau1Vergara

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