miércoles, 7 de mayo de 2014

Recordando a Gary Becker por Raúl Vergara Arias @Rau1Vergara

Recordando a Gary Becker 


El pasado domingo 4 de mayo murió Gary Becker, quien probablemente fuera el economista vivo más importante. Su contribución a la teoría económica fue enorme, especialmente en el campo de la microeconomía donde expandió el uso del método económico a áreas de la vida cotidiana que previamente habían quedado fuera del campo de acción de los economistas.

La leyenda de Becker comenzó en 1955 con su tesis doctoral en la Universidad de Chicago. En ella aplicó la economía al estudio de la discriminación racial, y mostró que el discriminar representaba un costo tanto para el discriminador como para la víctima: si los empleadores prefieren contratar blancos que negros (siendo los dos igual de productivos) entonces el sueldo de los negros bajará. Por lo tanto, aquellos que continúen discriminando enfrentarán costos más elevados que los demás y estarán en situación de desventaja. Estas ideas pasaron desapercibidas en un inicio, y después recibieron fuertes críticas de parte del status quo tanto de los economistas, que no creían que su método fuera útil para estudiar este tipo de fenómenos, como de los sociólogos que por mucho tiempo habían sostenido que la discriminación beneficiaba al racista. Sin embargo no pasó mucho tiempo hasta que se aceptó la tesis propuesta por Becker, quien se consolidó como uno de los economistas más revolucionarios de mediados del siglo XX.

Más tarde el profesor Becker llevó su análisis económico a otras áreas de la vida diaria. Se convirtió en el padre del término “Capital Humano” cuando propuso la idea de que la educación es una inversión que puede estudiarse como tal. Al educarse, los individuos afrontan fuertes costos de oportunidad en forma de tiempo; pero lo hacen con la expectativa de que su inversión dé frutos y puedan tener mayores beneficios a largo plazo. Esta afirmación también fue muy polémica en su tiempo, aunque hoy en día se ha vuelto moneda corriente.

Después se enfocó en la Teoría Racional del Crimen, donde postuló que la conducta delictiva es consecuencia de un análisis racional de costo/beneficio que realizan los potenciales criminales. Aquí ellos evalúan lo que pueden ganar contra la posibilidad de ser atrapados y el tiempo que pueden pasar en la cárcel y en base a ello deciden si delinquir o no. Esta teoría tuvo grandes implicaciones para los diseñadores de políticas públicas pues sacó a relucir el hecho de que es más efectivo reducir la impunidad que aumentar los castigos.

La otra gran contribución de este gran economista fue la Economía de la Familia. En ella se explica el hecho de que las tasas de natalidad hayan bajado conforme las mujeres tienen mejores oportunidades laborales y educativas, pues el costo de oportunidad de quedarse en casa a tener hijos aumenta. Esta rama de la economía, cuya creación fue casi completamente obra de Becker se ha vuelto muy útil para estudiar no solamente la fertilidad, sino también cuestiones como la tasa de divorcio, la educación y la equidad de género.

Sin lugar a dudas lo que volvió a Gary Becker una figura tan importante fue el no considerar a la Economía como un área de estudio, sino como una herramienta para analizar la conducta humana. Esto le permitió llevar rigor científico a áreas donde nadie lo había hecho antes, tal como queda patente en el Premio Nobel que ganó en 1992 “Por haber extendido el dominio del análisis microeconómico a una amplia gama de comportamientos e interacciones humanas, incluyendo el comportamiento fuera del mercado”. La ciencia económica ha perdido a uno de los más grandes, aunque queda claro que sus contribuciones están aquí para quedarse.

Descanse en paz Gary S. Becker.




RINCÓN ECONÓMICO, por Raúl Vergara Arias
Economía
4º Semestre
Twitter:@Rau1Vergara

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