Irais Uribe
Administración y Mercadotecnia
¿Es sólo
diversión?
Es
muy probable que cuando sales a una fiesta, te tomes una copitas, tal vez
incluso algunas demás y todo parece muy normal. Es un hábito muy común en los
círculos sociales de adolescentes y jóvenes. Pero las consecuencias de esto van
más allá de la cruda al día siguiente.
La
mayor parte de la juventud mexicana consume alcohol habitualmente, muchas veces
sin medir el riesgo que existen al hacerlo en grandes cantidades. Y las
consecuencias van desde lo más común, como hacer un completo ridículo en frente
de los amigos, hasta lo más grave, provocar un accidente que pueda tomar tu
vida o la de alguien más.
El
problema base es que uno piensa que tiene madurez suficiente, pero en realidad,
no se es lo suficientemente maduro como para controlar los efectos que provoca
el alcohol a largo plazo y la responsabilidad que esto trae. Lo primero que se
piensa al consumir alcohol es lo que puede pasar al momento, pero ¿Alguien de
verdad piensa en lo que implica a futuro?
Primero,
los daños que puede causar el alcohol en el organismo son muchos. Provoca
úlceras en el estómago, desnutrición, falla del sistema inmune, riesgo de
hemorragia cerebral, daño al hígado, entre otras cosas. Estos daños llevan a
consecuencias aún más graves, y en el peor de los casos, a la muerte.
Además,
el abuso del alcohol puede causar, poco a poco y sin notarlo, alcoholismo. A
final de cuentas, el alcohol es una droga legal, y como toda droga, causa
adicción. Puede llegar un momento en el que el consumo ya no se puede controlar,
y es entonces cuando el alcohol nos controla a nosotros. Esta enfermedad no
sólo afecta al alcohólico, también afecta a la familia y amigos, sin mencionar
que es algo con lo que se carga toda la vida. El alcoholismo puede tratarse y
controlarse, pero una vez que lo tienes, ya no tiene cura y se puede recaer aún
después de ser tratado. No sólo es en si el alcoholismo, es también los
problemas que trae con él, como la depresión, la soledad, etc.
El
alcohol puede parecer divertido al principio, pero deja de serlo cuando este te
controla a ti en lugar de tú controlarlo. Conlleva a tantos problemas y hay tan
poca conciencia de ellos. Se ha vuelto cotidiano y libertino.
Así
que, antes de tomar tu vaso, ¿estás seguro de que quieres otra copa?
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