lunes, 11 de febrero de 2013

RINCÓN ECONÓMICO, por Raúl Vergara


Raúl Vergara Arias

Economía





 
 
 
¿Por qué la reciente reducción del PIB de EEUU no es el fin del mundo?...

El pasado 30 de enero se anunció que el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos disminuyó durante el 4º trimestre de 2012 a una tasa anualizada de -0.1%. Esto fue  causado principalmente por la disminución del gasto gubernamental en defensa que se dio a finales del año pasado. Tras conocer esta noticia, muchos focos rojos se encendieron, sin embargo, esta aparente reducción de la economía norteamericana no es tan grave como parece e incluso puede reflejar algunos aspectos positivos.

Antes que nada, analicemos cómo se mide el PIB. Éste se calcula de la siguiente manera: consumo privado (C) + inversión (I) + gasto del gobierno (G) + exportaciones (X) – importaciones (M). Recordemos que para que haya crecimiento económico lo más importante no es consumir, antes se necesita que podamos producir más y/o mejores bienes y servicios, para lo cual debemos ampliar nuestra capacidad productiva tanto en cantidad como en calidad. Esto sólo puede lograrse destinando una mayor cantidad de recursos a este fin y dichos recursos pueden provenir únicamente de dos fuentes: el ahorro o la deuda.
 
Es aquí donde se pone en evidencia uno de los grandes problemas que conlleva el medir el desempeño económico de los países con el sistema de Producto Interno Bruto: el PIB es una función únicamente del consumo realizado por los distintos agentes económicos, y da la ilusión de que una economía siempre estará mejor cuanto más consuma. Muchas veces esto es así (pues mayor producción facilita mayor consumo), no obstante el consumir bienes y servicios tiene implícito el hecho de que al hacerlo se destruyen los mismos (el término inglés consumption means to use things up de Thomas Woods me parece más apropiado) y ningún país se ha hecho rico destruyendo bienes y servicios, la única forma de enriquecerse es produciéndolos, ya sea a través del ahorro o de la deuda.

Ahora bien, Estados Unidos es un país abrumado por la deuda pública con un gobierno que se ha dedicado a gastar más de lo que tiene, lo cual es perjudicial para cualquier economía. Debido a lo anterior, ya no puede seguir financiando la expansión de su capacidad productiva con deuda por lo que no le queda más opción sensata que recurrir al ahorro, y como el ahorro es igual a Ingreso – Consumo, la única forma de aumentar el ahorro es disminuir el gasto. Es por esto que el hecho de que el gobierno norteamericano haya recortado su gasto en defensa es una señal positiva, que muestra responsabilidad de parte de la mayor economía del mundo, y esto es independiente de lo que las cifras del PIB (que no mide más que el gasto) puedan indicar.

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