Denisse Molina Echevarría
Administración y Negocios Internacionales
10 Razones por las cuales fracasamos:
Cada
persona tiene competencias, habilidades y actitudes que a pesar de tener
características y reacciones similares tendrán siempre un matiz distinto al ser
cada individuo un ser único e irrepetible. Pero entonces, ¿por qué a pesar de
que las tenemos y están en todo momento a nuestro lado, en ocasiones fallamos?
1) Simplemente no lo cree: nuestro
cerebro es una poderosa máquina diseñada para ayudarnos a resolver problemas
mediante un circuito de retroalimentación, que comienza con una entrada que es
analizada y procesada para finalmente arrojar una acción específica que será la
salida de ese circuito. Entonces, si el detonante para alcanzar una meta está
careciendo de sentido, es decir, no lo está creyendo ni usted mismo, podríamos
llegar a la conclusión de que nuestra salida del circuito será poco convincente
para nosotros mismos de entrada y en consecuencia, lo será también para el
resto de las personas que nos rodean.
2) Otras personas le han convencido del “lugar que
ocupa”: Tennessee Williams, un reconocido dramaturgo estadounidense ganador de
un premio Pulitzer de teatro en 1948 dijo: "Una estación alta en la vida
se gana por la galantería con que las experiencias terribles han sobrevivido
con gracia". Es terrible pensar que estamos determinados desde el
nacimiento a las condiciones que nos han tocado vivir, más aún es el pensar que
esas limitantes que solemos tener nos son en ocasiones impuestas por otras
personas que nos convencen y nos hacen creer que somos lo que somos y no hay
nada que hacer para cambiarlo. ¿Será cierto? Mejor es preguntarnos, ¿quién es
aquel que nos dice que lugar ocupamos y que nunca lo podremos cambiar?
Nuevamente, consideremos el circuito de retroalimentación del que hablamos.
3) No quiere ser disruptivo: El ser
disruptivo es un concepto que aterra a la mayoría. ¿Porqué? La razón es que el
serlo implica salirnos de nuestra zona de confort, arriesgarnos por una
temporada y obligarnos a estar alerta en todo momento. No parece ser razón
suficiente para que en ocasiones sigamos adelante a pesar de estos miedos. Si
nunca lo hace, no sabrá lo que puede pasar.
4) Piensa, ¿Y si muero mañana?: Mientras
se esté vivo siempre será mejor opción continuar luchando y no dándose en ningún
momento por vencido, sea cual sea el caso.
5) Se pregunta cómo será recordado: Si
muriera mañana creo que buscaría ser recordado como una persona extraordinaria,
no conformarnos con el típico “buen amigo, buena persona, bueno..” Todos
queremos ser recordados como tal, pero hasta para nuestra imagen post-mortem se
debe luchar por ocupar un lugar privilegiado en la memoria y en el corazón de
aquellos que nos rodean.
6) Cree que tiene un rol pre establecido en la vida
y piensa que lo está arruinando: Queremos pensar que hay una razón para todo,
pero el verdadero agente de la vida de cada quien es uno solo: usted.
7) Su carrera parece estar bien establecida: Siempre
y cuando no se establezcan parámetros que impidan el realizar algún sueño o
meta que le hagan pleno todo estará bajo control. De lo contrario analícelo e
intente eliminar paradigmas que tenga sobre usted mismo que le impidan crecer y
alcanzar sus fines.
8) Tiene miedo de perder lo que ha logrado: Puede
perder todo lo que tiene en un instante, la clásica frase de “La vida es como
un rueda de la fortuna, en ocasiones estamos arriba y otras estamos abajo”.
Cierto es que no hay que permitir que el miedo nos impida alcanzar aquello que
en verdad queremos, puede que lo perdamos, es una posibilidad, pero el punto es
seguir adelante, perseverar.
9) Piensa que tal vez ha alcanzado su techo: Peter
Drucker dice en su artículo Managing
Oneself que si alcanza un punto en su carrera en el que cree que no puede
progresar más entonces se empiece a enfocar en la siguiente parte de su vida.
Olvídese de techos y concéntrese en logros.
10) Confusión acerca de a donde ir: De las
10 anteriores esta es la que más frecuentemente podemos llegar a pensar, sin
una dirección a la cuál orientemos todos nuestros esfuerzos y nuestras luchas
entonces todo carecerá de sentido. Un consejo sobre esto sería, dejar en
algunas ocasiones (no siempre) que todo tome su curso natural y una vez que
descubramos que lo está tomando entonces enfocar nuestros esfuerzos por hacerlo
mejor y potencializarlo.
Como
podrán haber leído, las 10 razones anteriores parten del interior de cada
persona. Es importante realizar un análisis a fondo sobre cuáles de ellas
suelen abordarnos y sobre cómo las podríamos cambiar. Estos miedos e
inseguridades son motores que si logramos aprender a utilizar para nuestro
beneficio pueden impulsarnos a lograr grandes metas. La clave de todo reside en
que nosotros mismos estemos convencidos de que es posible evitar estos fracasos
y orientar nuestros pensamientos siempre hacia un éxito rotundo. Les invito a
cavilarlo y a llevarlo a la práctica.
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