¿Cuál es la clase media mexicana?
En los últimos años se han escuchado diversas voces en nuestro país que hablan de la naciente “clase media mexicana”. Este tema cobró gran relevancia en especial desde que se publicó un influyente artículo titulado “Clasemedieros” de Luis de la Calle y Luis Rubio en la revista Nexos. Aquí se sostiene que en los últimos 20 años, México ha experimentado una transformación social importante, al convertirse en una nación predominantemente urbana y con una relativa estabilidad macroeconómica. La proporción de personas que viven en la pobreza rural ha disminuido de manera importante, los años de escolaridad promedio se han triplicado (a 8.3 años), la esperanza de vida aumentó en 4.5 años y el consumo de carne per cápita se duplicó. Además, cada vez hay más personas cuyos padres no tuvieron acceso a bienes como lavadora, televisión y automóvil que ahora pueden permitirse adquirirlos.
Es innegable que el hecho de que México haya logrado romper con el círculo vicioso de la irresponsabilidad en el manejo de la política económica y las finanzas públicas durante las administraciones de 1994-2012 (no hemos padecido una crisis hecha en México desde 1995), y la apertura comercial mejor ejemplificada por el Tratado de Libre Comercio, que ha permitido bajar los costos de los bienes de consumo, ha contribuido al surgimiento de un contingente numeroso de personas que tienen un mayor bienestar material que las generaciones anteriores, especialmente entre quienes descienden de los millones que migraron del campo a la ciudad en la segunda mitad del siglo pasado.
Sin embargo, la mayoría de estos mexicanos a quienes ahora se les llama la “nueva clase media” tienen ingresos que siguen siendo bajos en términos absolutos y que no serían suficientes para considerarlos clasemedieros en el mundo desarrollado. Según la encuesta del INEGI 2012, el ingreso del hogar medio en México es de $12,708.00 pesos mensuales, la familia promedio del decil IX (es decir quienes están entre el 20% y el 10% más rico) gana poco más de $20,000.00 al mes, y para pertenecer al 10% más rico del país, basta con tener un ingreso de más de $28,000.00 pesos mensuales. Comparemos estos datos con auténticas sociedades de clase media como Estados Unidos: ingreso familiar medio mensual del equivalente a $54,583 pesos mensuales o el Reino Unido: $49,000 pesos mensuales en promedio por hogar. Lo anterior significa que la familia promedio del primer mundo entraría con holgura en el 10% más rico de nuestro país.
Lo anterior debería llevarnos a replantear algunas de las suposiciones que solemos hacer sobre la sociedad mexicana. Por un lado, todavía estamos muy lejos de ser un auténtico país de clases medias tal como se entiende internacionalmente. Según estándares de Europa occidental o Estados Unidos, más del 80% de nuestros connacionales vivirían debajo de la línea de la pobreza, por lo que todavía nos queda un largo camino por recorrer si es que queremos consolidar una clase media fuerte, con seguridad e independencia económica como la que vive en las naciones desarrolladas. Por otro lado, diversas políticas fiscales que se venden como progresivas porque gravan a los “ricos”, en realidad tratan como magnates a los pocos mexicanos que auténticamente son “clase media”, que son más del 90% del 10% más rico. En este decil “privilegiado” hay individuos que ganan desde 28 mil pesos mensuales hasta lo que sea que Carlos Slim se embolse cada mes, y a todos se les mete en la misma bolsa cuando se habla de la desigualdad en México.
No obstante, la verdadera y apabullante desigualdad no es realmente la que se observa entre el 10% más pobre y el 10% sino la de toda la sociedad contra un fragmento del 1% de mayores ingresos. En México uno pertenece al 1% más acaudalado si ingresa más de 69,000 pesos al mes, el cual es un salario holgado, pero no es lo que asociaríamos con el ingreso de un oligarca explotador como los que gusta de mencionar la izquierda mexicana. Los verdaderamente ricos por tanto son un pequeño porcentaje dentro de ese 1% de mayores ingresos, los demás son simplemente la franja alta de la clase media. De modo que si queremos diseñar políticas fiscales más justas, se debe tener en cuenta este hecho, para no cometer atropellos contra la clase media que aparece disfrazada de millonaria cuando dividimos a la población en deciles de ingreso.
Bibliografía
1. Pérez Cervantes, Fernando. Columna Invitada. Animal Político. Obtenido el 26 de septiembre del 2013,desde:“http://www.animalpolitico.com/blogueros-blog-invitado/2013/07/22/las-desigualdades-en-el-ingreso-y-gasto-de-los-hogares/#axzz2gQJKFGdO”.
2. INEGI. Obtenido el 26 de septiembre del 2013, desde: “http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/boletines/boletin/Comunicados/Especiales/2013/Julio/comunica5.pdf”.
3. Uribe, Lizbeth. El Economista. Obtenido el 26 de septiembre del 2013, desde: “http://eleconomista.com.mx/columnas/agro-negocios/2013/07/25/evolucion-ingreso-mexico-2010-2012”.
Economía
3º Semestre
Twitter: @Rau1Vergara
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