El miserable salario mínimo, por Roberto Herrero Buhler
Durante las últimas semanas el principal debate es el alza en el salario mínimo en nuestro país, salario que se encuentra en los 67.29 pesos al día. Éste es el más bajo entre los países que integran la Alianza del Pacífico, lo que representa un verdadero problema.
Por supuesto que el
salario debe subir, pero el problema es cómo se debe hacer.
El gobierno quiere
estipularlo y subirlo por medio de un decreto, y sabemos bien que esto no puede
ser así, el salario debe de estar ligado por un aumento en la productividad, y
el aumentarlo sin que la productividad haga lo mismo provocará inflación, esta
es la postura de muchos estudiosos de la materia.
Y claro que tienen
razón, pero hasta cierto punto; primero, es importante decir que solo un
porcentaje de los mexicanos ganan el salario mínimo como tal, se estima que
13.70% de la población ocupada, poco más de 6 millones de mexicanos, si a esto
le agregamos que los últimos 25 años el poder adquisitivo ha caído 70%, y la
productividad no ha caído en esa magnitud y que el Índice Global de
Productividad Laboral de la Economía con base en horas trabajadas creció 0.3%
anual. Nos podemos dar cuenta que no está completamente ligada la productividad
con el salario mínimo.
Lo que está claro es
que no puede subir el salario por un mero decreto, si no es más bien un acuerdo
entre empresas y gobierno en beneficio de los trabajadores, la idea es la de
una alza gradual donde el impacto no sea completamente sobre el empresario, sino
crear esquemas que permitan un incremento de los salarios como una disminución
en los impuestos de la nómina de las empresas para que se traslade al aumento
del salario de alguna manera.
Otro punto importante
para un alza en el salario, es que no debe de ser general, si no sobre una población
objetiva, sobre aquellas personas realmente lo necesiten, y que es tan solo el
13.70% de la población mexicana como ya se había mencionado.
Por lo mismo, el alza
al salario mínimo tiene un importante sustento para que pueda realizarle, pero
hay que ser cautelosos y cuidadosos, pues si no ‘‘terminara saliendo más caro
el caldo que la gallina’’.
Pero dejando un lado
la parte económica, abandonemos los números y pensemos en personas, porque
quienes reciben esa miseria de salario son personas que deben alimentar a toda
una familia, solo hay que ser racionales para contestarnos si está bien o no el
aumento al salario mínimo.
Tal vez el verdadero problema
viene desde el pasado, cuando se instauro por decreto que el gobierno pondría
un piso al salario, y esto jamás debió de haber pasado, pues terminó generando
un problema más grande y desvirtuando el mercado laboral, sin embargo eso ha
quedado atrás y es hora de comenzar a remediarlo.
El gobierno tiene un
gran reto aquí, pues no solo hay que dar un alza en el salario, lo importante
aquí es que conforme se dé un alza gradual, se fortalezca la economía mexicana.
¿De qué manera? Este es el verdadero problema pero principalmente habrá que
concentrarse en aumentar la inversión, tanto interna como externa, reforzar la
economía formal, y principalmente, poner reglas claras, porque uno de los
mayores problemas gira en torno a la corrupción, y habrá que comenzar a cambiar
aquí si queremos salir del gran bache, y la mejor manera es por medio de la
educación.
Bibliografía
Luna, Carmen, CNN, jueves 14 de agosto de
2014; http://www.cnnexpansion.com/economia/2014/08/13/5-argumentos-para-subir-salario-minimo
La República / Colombia, El Economista,
martes 19 Agosto, 2014; http://eleconomista.com.mx/economia-global/2014/08/19/colombia-peru-lideran-salarios-minimos-alianza-pacifico
OPINIONES DE PESO, por Roberto Herrero Buhler
Economía
3er Semestre
Twitter:@rob_herrero
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