martes, 2 de septiembre de 2014

Salarios mínimos, crecimiento, productividad y empleo en México, por José Antonio Hernández López @jantoniohl

               Salarios mínimos, crecimiento, productividad y empleo en México,                                         por José Antonio Hernández López

Recientemente se ha suscitado un debate en torno a elevar el salario mínimo en México. La discusión ha adquirido un tinte político, pues son partidos políticos y el gobierno de la Ciudad de México los que pretenden instalar foros para analizar la pertinencia de elevarlo de entre 63 y 68 pesos diarios, hasta 80. Dicho aumento es deseable en un país con tanta pobreza y con tan desigual distribución del ingreso.

Para una economía como la mexicana, que ha registrado tasas de crecimiento económico tan insuficientes, podría significar un riesgo mayor si no se aumenta la productividad previamente.

La tasa de crecimiento económico nos sugiere la posibilidad de crear empleos, y debe ser compatible con el crecimiento demográfico y, sobre todo, con el número –siempre creciente– de personas que ingresan al mercado laboral. Un fenómeno que ha surgido con la globalización, es que muchas empresas se benefician con el bajo costo de la mano de obra en algunos países asiáticos, como China, debido a los bajos salarios mínimos, que son inferiores a los de México.
           
Eso también ha incidido en los inversionistas extranjeros, que buscan maximizar sus ganancias en paraísos donde los impuestos sean bajos, los insumos baratos y la mano de obra calificada, abundante y barata, además de que los trámites y la corrupción no empañen su impulso por establecerse en ese país.
           
El INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) publicó recientemente la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo*, correspondiente al segundo trimestre del 2014. La población desocupada asciende a 2.5 millones de personas y la tasa de desocupación correspondiente fue de 4.9% de la Población Económicamente Activa. Ésta, a su vez, se ubica en 52.1 millones de personas, que significan el 58.6% de la población de 14 años y más. En este periodo, un total de 49.5 millones de personas se encontraban ocupadas, cifra similar a la del trimestre comparable de 2013.
           
Para revisar un incremento a los salarios mínimos habrá que saber con certeza los índices de productividad que, por cierto, varían enormemente entre los estados fronterizos del norte y los del sur. El intenso flujo comercial con Estados Unidos ha incrementado los estándares de calidad y productividad de sus socios comerciales más activos. Según muchas proyecciones económicas, un aumento por decreto podría incidir en la estabilidad inflacionaria que México ha logrado en los últimos quince años, lo que nos ha permitido sortear los vientos de crisis que padecen otras naciones, como España, cuya población desocupada es el doble de la de México.

Bibligrafía


* http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/comunicados/estrucbol.pdf

Tiro Libre, por José Antonio Hernández López
Economía
1º Semestre
Twitter:@jantoniohl

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