miércoles, 22 de octubre de 2014

La madre de las falacias económicas, por Raúl Vergara Arias @Rau1Vergara



La economía es probablemente la rama del saber humano que sufre más falacias según escribió el gran periodista económico Henry Hazlitt en su best seller “Economía en una Lección” que precisamente trata sobre las distintas falacias que plagan la economía y cómo éstas provocan que se apliquen políticas públicas equivocadas, las cuales terminan causando más daño que beneficio. La afirmación que hizo Hazlitt en los años 40 ha seguido siendo vigente desde entonces y varias décadas más tarde, el Premio Nobel de Economía Milton Friedman sostuvo que casi todas las falacias económicas tienen su origen en una sola, que es la de ver a la economía en su conjunto como un pastel de tamaño fijo.
El pensar que la economía (entendida como la cantidad de bienes y servicios disponibles para la población) tiene un tamaño determinado que no cambia da pie a una enorme cantidad de interpretaciones erróneas del funcionamiento real de la economía. Esto es principalmente debido al hecho de que si dicha premisa fuera real, entonces la única forma de mejorar la condición material de un persona sería empeorando la de alguien más. Si la economía en efecto fuese un pastel de tamaño fijo, podríamos estar seguros de que todo aquel que se enriqueciera lo habría hecho a costa de empobrecer a otro, de que la globalización no podría beneficiar a una nación sin perjudicar a otra y de que la única forma de mejorar la calidad de vida de la mayoría sería la de redistribuir la riqueza de forma equitativa.
Sin embargo, la evidencia deja muy claro que la economía es en realidad un pastel que cambia de tamaño constantemente, se expande en los períodos de crecimiento y se encoge durante las crisis. Es un hecho que la persona promedio del siglo XXI vive mucho mejor de lo que vivía en 1600, y esta mejora no se ha debido a repartir el pastel en partes iguales sino a que en los últimos 2 siglos el pastel ha crecido de forma exponencial. Una vez que nos damos cuenta de ello, se vuelve evidente que la forma más efectiva de mejorar las condiciones materiales de la humanidad es haciendo crecer el pastel, lo cual se logra permitiendo que opere la división del trabajo y el libre mercado para maximizar así el potencial creativo del hombre, que al fin y al cabo es el que nos ha llevado de las cavernas al espacio (y se ha disparado desde la Revolución Industrial).
Lamentablemente, debido a que el crecimiento del pastel suele ser un proceso gradual, para muchas personas pasa desapercibido y se mantienen en la creencia de que la economía tiene un tamaño fijo. Esto lleva a muchos a proponer políticas que no fomentan en absoluto el progreso y el crecimiento, sino que solamente llevan a quitarle a unos para darle a otros o a ver con recelo el proceso de generación de riqueza en los países, pues consideran que ese enriquecimiento viene de empobrecer a otro. Por ello es necesario mostrar que el verdadero desarrollo económico viene de hacer crecer el pastel, ya que hasta que el grueso del electorado se dé cuenta de ello, los políticos seguirán ganando más votos por ofrecer pescado que por enseñar a pescar.



RINCÓN ECONÓMICO, por Raúl Vergara Arias
Economía
5º Semestre
Twitter:@Rau1Vergara

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