El presidente, Enrique Peña Nieto dijo hace unos días, en respuesta ante los últimos sucesos en nuestro país que no va a tolerar actos vandálicos en las manifestaciones, las cuales son un derecho fundamental, pues bien, la ciudadanía puede y debe de manifestarse pero siempre y cuando sea de manera pacífica.
Y a partir de estas palabras seguiré una línea conceptual para hablar del trasfondo que tiene lo mencionado por el señor presidente.
Primero hay que destacar la parte en la cual dice que no se van a tolerar los actos vandálicos causados por rebeldes en las manifestaciones. Y por supuesto que esto debe de ser castigado, pues no tienen ninguna justificación para hacer este tipo de actos totalmente reprobables. Sin embargo, esto nos lleva a un cuestionamiento; ¿quiénes son las personas que realmente hacen estos actos vandálicos? No es fácil contestar esta pregunta, pues incluso, hay teorías de que el propio gobierno planta estos grupos de choque en búsqueda de hacer caer en provocaciones a los manifestantes o para que sean el pretexto para que los policías puedan hacer uso de la fuerza.
Al final es difícil conocer la verdad y nunca es bueno ni correcto crear conjeturas sin pruebas, es inaceptable hacer prejuicios, por tanto solo nos queda desechar cualquier acto violento. Desaprobar cualquier accionar de grupos anarquistas y que prevalezca la paz.
Prosiguiendo con las palabras de Peña Nieto, nos habla del derecho fundamental de manifestarse. Pues esto es algo importante, denota el vivir democrático liberal de México, esencial para un desarrollo. De esta manera, cuando la sociedad está inconforme y en desacuerdo con su Gobierno, puede y debe manifestar su punto de vista, siempre y cuando esté basado en algo congruente y verdadero.
En cuanto a que la ciudadanía debe y puede manifestarse, estamos hablando de un punto trascendental. Se haría mal no hacer nada ante un accionar incorrecto del Gobierno, pero, y es importante destacarlo basándonos en lo anterior, se hace aún más mal al reclamarle al Gobierno por medio de actos vandálicos.
Pedir un alto a la injusticia, a la violencia y hasta pedir paz por medio de la misma violencia es lo más incongruente, una antítesis que por desgracia se ha visto a lo largo de la historia como algo hasta común.
Hay que decir que no tienen nada de malo las manifestaciones siempre y cuando sigan lo anteriormente mencionado, pero no basta solo con eso, el Gobierno no es papá Gobierno con hijos mantenidos. Así como nosotros debemos obligar a los funcionarios públicos a hacer las cosas bien en pro de todos, nosotros debemos trabajar en lo mismo. No sirve por un lado pedir justicia cuando nosotros no somos justos. Pedimos que hagan bien y tengas cuentas claras los funcionarios mientras que nosotros damos mordidas, copiamos en un examen, nos pasamos el semáforo porque nadie está viendo, tiramos la basura en el piso porque el basurero está muy lejos. No hay pretexto, si pides que se hagan las cosas bien, empieza por ti mismo.
Bibliografía
Economía
3er Semestre
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