Viaje a Berlín, por María Fernanda Chávez Martínez

Paris, 25 de marzo de 2014

Viaje a Berlín

Berlín es una de las ciudades más urbanizadas de la Unión Europea y primordial dentro de la historia alemana. Después de la segunda guerra mundial Berlín quedo destruida. Su arquitectura preserva mucha historia en sí misma. 

Dentro de Berlín pude observar una parte de la ciudad con muchos graffittis, que refleja esa sensación de desapruebo hacia los acontecimientos horribles que se vivieron el siglo pasado, que ahora se han vuelto parte del arte urbano. Al mismo tiempo la ciudad muestra la modernidad, con sus obras arquitectónicas visualmente dinámicas como la torre de televisión. 

El Memorial a los Judíos, monumento que ocupa varios miles de metros cuadrados, y como este memorial, también hay museos importantes que muestran fotos e información de las historias en los campos de concentración y los movimientos nazis  

Al lado oeste están los centros comerciales, tiendas y restaurantes de buen gusto, así como edificios de grandes corporativos alemanes e internacionales. También está el estilo arquitectónico de los monumentos importantes como La Puerta de Brandenburgo.

Lo que más me gusto observar en la ciudad, fue esta combinación de diferentes estilos que se pueden conocer andando por Berlín. Caminar por las calles es la mejor forma para conocer al máximo una ciudad, porque al hacerlo,  puedes observar a las personas, los cafés y restaurantes para comer, tomar fotografías, volviéndose una experiencia fascinante de descubrimientos constantes.

Ya estando en territorio alemán, probar la cerveza y comida alemana se vuelve parte de la visita cultural. La comida del lugar, en su mayoría, se trata de probar diversos tipos de carnes y salchichas, en especial de cerdo. La cerveza puede ser clara u oscura. Panes solos o con frutas son parte de lo básico para probar en Berlín.

En Berlín, las personas hablan muy bien inglés, a diferencia de Paris. Y el trato que ofrecen los habitantes de esta ciudad hacia los turistas es más cálido que el de los parisinos. Definitivamente un cambio de aires, viene muy bien.

Conociendo París, por María Fernanda Chávez Martínez
Administración y Finanzas
6° semestre