martes, 27 de noviembre de 2012

NOVAMARKETING, por Mónica Mazón



Mónica Mazón Buenrostro

Administración y Mercadotecnia


Ahorrar en diseño es mala idea.

Para las empresas que se dedican  a vender productos de consumo masivo  la mejor herramienta de comunicación es el logotipo, debido a esto invierten sumas millonarias para alcanzar el diseño perfecto. En cambio, en el mundo digital no sucede así ya que estamos acostumbrados a obtener las cosas de manera rápida y a bajos costos. No es raro ver que empresas compran logotipos en 50 dólares americanos, con una imagen de ese precio, la empresa trasmite poco de sus beneficios o características por medio de su imagen visual.

El diseño, el colorido, la imagen y la publicidad son los elementos que hacen que el marketing se vuelva más atractivo hacia el consumidor y por lo tanto se obtendrán beneficios mucho mayores en el corto, mediano y largo plazo a diferencia de otros productos que tienen un nulo o poco marketing.

Hay empresas que dada su penetración en el mercado y siendo algunas de las más importantes a nivel mundial tratan de castigar a los diseñadores con su pago ya que por su fama creen que ellas son las que deben de poner el precio, sienten que les hacen un favor y que gracias a esto tendrán la oportunidad de adquirir más clientes del nivel de dichas empresas.

La crisis que se da en los diseñadores es cuando lo que cobran no está dentro de un rango justo sino que son extremos: o encarecen o abaratan su trabajo y en esta situación hay mucha variación en la calidad lo que ocasiona en muchas de las veces que el consumidor se confunda.

El costo de la imagen gráfica al día de hoy no se puede calcular matemáticamente y resulta complicado para el gerente de mercadotecnia. Los factores más identificados que determinan el precio de un logotipo son: alcance del producto o servicio; experiencia y trayectoria del despacho o diseñador; la capacidad económica de la  compañía que lo solicita.

El trabajo de diseño es la primera impresión que se lleva el consumidor. El diseñador por su parte tiene la obligación de pensar en un diseño estratégico que realmente comunique el valor de la marca a sus clientes de manera rápida efectiva y diferenciada.

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