María Fernanda Chávez Martínez
Administración y Mercadotecnia
¿Privatización de PEMEX o mito?
Uno de los proyectos que se
prevé llevar a cabo durante este sexenio, es la apertura de Pemex a la
inversión privada.
Durante su visita a España
el año pasado, Enrique Peña Nieto indicó que PEMEX es “una empresa donde el Estado mantiene el control, la
propiedad y la rectoría de los hidrocarburos". Así mismo,
en una reunión con 40 empresarios españoles interesados en México, entre ellos
presidentes y directivos de Telefónica,
Gas Natural Fenosa, BBVA y Grupo Inditex, reiteró la no privatización de
Petróleos Mexicanos.
También,
afirmó llevar a cabo una reforma energética y cambios en el marco legal para
poder permitir la inversión privada nacional y extranjera.
Realidad de
Pemex
Los estados financieros muestran que no se han optimizado los gastos para
incrementar su utilidad y bajar los precios de los energéticos. Es una gran
parte la que gasta en importar el petróleo refinado, en nómina y pensiones. En
los últimos dos sexenios, Petróleos Mexicanos acumuló una deuda de 145 mil
millones de dólares, por esquemas de crédito a largo plazo. Esta carga ha
emanado en una escasa inversión con recursos propios. La cantidad erogada en
importación de materia refinada, es equiparable a la cantidad necesaria para la
construcción de dos refinerías con alta tecnología, que vendrían muy bien a
México para dejar de importar petrolíferos. Pero, el gobierno insiste en que no
es rentable construir refinerías.
Bajar los precios de la gasolina; hidrocarburo que tiene gran valor internacional,
tanto que ha desatado guerras y por lo tanto innumerables muertes, no será
posible. De hecho, la apertura de una paraestatal en materia de precios,
funciona como una privatización, los precios irán a la alza. Las mejoras
ya sea en tecnología o demás cambios, se verían añadidas en el precio.
Pemex en el presupuesto
Petróleos Mexicanos aporta
cerca del 30% del presupuesto total del gobierno federal, esto lo convierte en
el mayor tributario del país. La gran obligación fiscal que tiene, le ocasiona
pérdidas y deudas constantes, necesarias para cubrir la producción planeada y
su demanda fiscal. Un riesgo que Pemex podría tener debido a esto, es que las
empresas que desean invertir en ella no estén dispuestas a pagar esta cantidad
de impuestos.
Lo bueno de la inversión
extranjera
La inversión, por sí sola,
es necesaria para que haya progreso económico. Cuando la inversión es privada,
quienes ponen su capital se cercioran de que sus recursos se invierten de la
manera más rentable posible. La inversión extranjera le viene bien a cualquier
país, pues es una introducción de recursos a la economía del país que la
recibe.
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