Peligra el “Momento Mexicano”
Dentro de poco más de tres meses, la presente administración cumplirá un año de haber asumido el cargo. En ese momento, a finales de 2012, se proyectaba que la economía mexicana iba a crecer a un 3.8% en 2013, había una gran confianza en el ánimo reformista que se sentía y diversas publicaciones extranjeras hicieron extensos reportajes en los que se pronosticaba que México sería una de las economías emergentes más importantes de los próximos años. Sin embargo, 9 meses después, el panorama es mucho menos alentador.
El principal problema es que la economía ha mostrado un desempeño radicalmente peor al que se esperaba: desde el inicio de 2013, las proyecciones de crecimiento del PIB (la medida del tamaño de una economía) se han revisado constantemente a la baja. Ahora, a finales de agosto, la mayoría de los analistas concuerdan en que el producto interno bruto crecerá un raquítico 1.8% en 2013. Es decir, dos puntos porcentuales menos de lo que se esperaba a inicios de año (y todavía existe la posibilidad de que se ajuste aún más a la baja).
La desaceleración económica no es el único peligro que enfrenta el momentum mexicano. También hay dificultades en el ámbito político: tras un inicio de año muy activo en cuanto a llevar a cabo reformas estructurales, del cual destacan la aprobación de la Reforma Educativa y la de Comunicaciones, parece ser que los ánimos por modernizar la legislación se están apagando. Recién el pasado 21 de agosto, la Cámara de Diputados cedió ante la presión de los pseudo maestros de la CNTE y dio marcha atrás al proyecto de incluir al servicio profesional docente (en pocas palabras, evaluar a los educadores y sólo contratar a los mejores) en la ley reglamentaria de la Reforma Educativa, quitándole así su esencia a dicha reforma y volviéndola irrelevante. En cuanto a las telecomunicaciones, todavía no se ha elaborado ninguna ley secundaria, por lo que los monopolios todavía pueden operar alegremente en el sector.
Uniéndose a la desfavorable coyuntura planteada anteriormente, ahora están en puerta las dos reformas más polémicas y con mayor potencial de permitir que México de el gran salto del desarrollo: la Energética y la Fiscal; me enfocaré en la primera porque es de la que ya contamos con iniciativas de ley. En materia de energía, el gobierno federal propone introducir grandes cambios legales que permitan la participación de capital privado en el sector y los medios e inversionistas extranjeros observan con atención el destino que tendrán dichas propuestas. Lamentablemente, debido a la debacle económica, la posibilidad de pasar reformas de gran calado se ve mermada y surge la necesidad de impulsar cambios mucho más moderados e insulsos que no tienen el mismo potencial de poner a México en la vía del crecimiento.
El objetivo de inicio de sexenio de crecer al 6% anual a finales del mismo se veía complicado pero posible para muchos hace apenas unos meses, ahora cada vez parece menos realista. A menos de que se debilite la oposición política al cambio económico o disfrutemos de la fortuita ayuda de un mayor crecimiento a nivel internacional, todo parece indicar que el momento mexicano otra vez se quedará en el “ya merito”.
Bibliografía
RINCÓN ECONÓMICO, por Raúl Vergara Arias
Twitter: @Rau1Vergara
Economía – 3º Semestre
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