La voluntad persistente del primer ministro portugués, José Sócrates, de no pedir el rescate a la UE y llevar a rajatabla los ajustes y reformas comprometidos está generando frutos. En el terreno político, el líder socialista portugués logró, la pasada semana, el reconocimiento público de la canciller alemana Angela Merkel, por "las valientes medidas adoptadas para reducir el déficit". En el campo financiero, aunque el clima sigue siendo incierto, con los tipos de los bonos de deuda pública a 10 años superiores al 7%, Portugal logró colocar 1.000 millones de deuda a corto plazo solo unas décimas por encima de la rentabilidad de las últimas semanas y está mejorando su tesorería disponible, que alcanzará los 4.000 millones este año.
A los ojos de Berlín, ha sido muy relevante la opinión favorable de la misión del Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea a las políticas emprendidas por Lisboa. Para Merkel resulta muy tranquilizador que los avances en la reducción del 3,6% del gasto público en febrero y demás cifras de las cuentas públicas portuguesas hayan sido revalidadas por el BCE.
Sócrates sostiene que acudir al rescate europeo no serviría para reducir el coste de la financiación de su deuda. El mandatario portugués se basa en lo que ha ocurrido con Grecia e Irlanda, países en que los rendimientos de los bonos a 10 años están en el 12,31% y 9,39%, respectivamente.
Klaus Regling, presidente del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, señaló el pasado sábado: "Hemos aprendido muy dolorosamente en la crisis financiera que los mercados no siempre tienen razón. Creo que los mercados están de nuevo juzgando mal situación, lo cual es una razón por la que los spread (diferencias de rentabilidad con el bono alemán) son tan altos". Regling cree que "por el momento no parece" que ningún otro país tenga que acudir a la ayuda del fondo, hasta ahora solo utilizado por Irlanda.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Queremos saber que opinas de la información que estamos publicando.