Mientras que en el 2010 la economía mexicana creció 5.5%, el conglomerado de empresas lideradas por Carlos Slim lo hizo a una velocidad 7.5 veces superior, aprovechando las sinergias creadas internamente, así como las ventajas que brindan las economías en otras latitudes en el contexto de la globalización.
Aunque las acciones colocadas en la Bolsa Mexicana de Valores no son en su totalidad propiedad de Carlos Slim, la evolución y el desempeño de las mismas refleja en conjunto la estrategia aplicada por el empresario más exitoso del país.
A nivel macro, las empresas de Carlos Slim se ubican en los sectores estratégicos más dinámicos de la economía, lo que significa que éstas tienen un importante efecto de arrastre sobre el resto de las empresas del país, marcando con ello la pauta en cuanto al uso de tecnología, eficiencia y competitividad.
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