jueves, 5 de septiembre de 2013

RRHH CON SENTIDO por Ana Paula Moreno Palma

¿Sueldo injusto?

La ley federal del trabajo define el salario como la retribución que debe pagar el patrón al trabajador por su trabajo. Todos los trabajos son diferentes y por lo tanto exigen diferentes habilidades y requieren muchas o pocas responsabilidades, de esto depende la retribución que cada persona va a recibir por su trabajo y que puede ser alta, media o baja.
Muchas personas creen que no reciben lo “justo” por su trabajo y claro, si habláramos del salario mínimo por supuesto que la gente tiene muchos argumentos para decir que no es lo justo, pero en este caso hablemos de puestos donde se recibe más del salario mínimo. En estos puestos muy pocos están conformes con lo que reciben pero, cómo saben que no es lo justo, en qué se basan o con qué lo comparan para decirlo.
Comúnmente se escucha a los empleados quejarse de su sueldo o de las prestaciones o de que ellos hacen muchísimo trabajo y no se les da lo que merecen. Para ellos la frase “lo que merecen” es lo que han visto de los demás, lo que han preguntado en otras empresas o más fácil lo que han consultado en internet. Ninguna de estas fuentes asegura al empleado que su sueldo es incorrecto.
Qué es lo que pasa, hay más gente realizando ese mismo trabajo no sólo en la empresa sino también en otras organizaciones. El verdadero problema aquí es que la gente no está realizando su trabajo como debería o simplemente no lo hace, se le quitan o el mismo elimina responsabilidades clave que pueden hacer que sus retribuciones sean mayores.
Esto no es sólo culpa del empleado perezoso que no planea hacer nada, sino que la empresa también tiene parte de error al dejar que sus empleados lleguen a ese nivel y en donde prefieren quitarles trabajo en vez de motivarlos a hacerlo mejor y ayudarlos a aprender a recibir más cosas a cambio y no sólo dinero.
Llega un momento en donde la empresa se da cuenta que el empleado está realizando bien sus actividades, tiene iniciativa, se mueve para resolver problemas y está atento a las necesidades en su área, es en ese momento cuando la organización decide remunerarlos. Por supuesto no falta la empresa que no lo hace, prefieren explotar sus habilidades y mientras esa persona se quede callada ellos obtienen a cambio trabajo sin dar “lo que se merecen”, en este caso el empleado tiene todo el derecho de exigirle al patrón algo a cambio por lo que él les ha aportado que es, un muy buen trabajo.
De esta manera, tanto empleado como empleador pueden exigirse mutuamente respuestas ante lo cada uno le contribuye al otro. El empleado haciendo bien su trabajo y ganando nuevas responsabilidades y la empresa buscando siempre impulsar a sus empleados a hacer mejor las cosas.

Referencias
1.     Ley federal del trabajo, Artículo 82, “Que se entiende por salario”. Pág. 26.

                                       


Ana Paula Moreno Palma
Administración y Recursos Humanos 
5to semestre

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