lunes, 28 de octubre de 2013

BAJO LA LUPA, por Sebastián Joo Anguizola @SebasJoo


Refresqueras vs Impuestos


En México, el gasto en el consumo de refrescos representa casi la mitad de las compras que realizan las familias. En promedio, un hogar mexicano desembolsa 4,500 pesos en bebidas, de los cuales 2,200 están destinados a los refrescos. Los hogares de niveles socioeconómicos medios, y aquellos que cuentan con la presencia de adolescentes o adultos son los que consumen más refrescos.
Cuando el Presidente Enrique Peña Nieto presentó la reforma fiscal, se desdeñó por primera vez una medida que iba dedicada a disminuir un problema de salud que hoy merma el nivel de vida de la sociedad mexicana. Aunque existen pruebas realizadas por otros países donde se asegura que un impuesto a bebidas azucaradas no tiene un impacto significativo en los niveles de obesidad y diabetes, que son las principales enfermedades relacionadas con el consumo de productos con alta densidad calórica.
Hoy en México, un total de 48.6 millones de mexicanos mayores de 20 años tiene algún problema de sobrepeso u obesidad, y bajo el estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México supera a Estados Unidos en índices de estas enfermedades.
Es claro que existe un debate entre los que aprueban el impuesto especial de 5% a alimentos de comida chatarra incluyendo la cuota de un peso por litro a bebidas gaseosas y la industria refresquera que afirman que crecerá el desempleo y se mermará la economía del país, se afectará a los niveles más bajos de la población.
De acuerdo a la Cámara de Diputados, la aprobación de este impuesto significa tapar un bache que generan la disolución de otros impuestos como el de las colegiaturas. En otras palabras, el Estado necesita recursos y encontró ahí una fuente importante. Podemos considerar que los principales afectados son las empresas, ya que al tratarse de un producto insensible para la población, no repercutirá con el nivel que se pretende en la población. Es como los cigarros, si le suben 5 pesos más, la población seguirá consumiendo a pesar de su alto precio.
El nivel de vida que llevamos hoy en día como sociedad y las enfermedades que se presentan no es una consecuencia del consumo de productos como estos. Las personas cada día pasan más tiempo encerrados en las oficinas y requieren de menor actividad física para realizar las labores cotidianas. Es claro que la dieta es un punto crítico en nuestra salud, pero la falta de actividad física es una causa de mayor importancia a que se padezca de este tipo de enfermedades
 
Bibliografía
“Mexico gana en obesidad a Estados Unidos” en http://www.excelsior.com.mx/nacional/2013/07/09/908074 obtenido el 24 de octubre de 2013

Sebastián Joo Anguizola
Economía
3º Semestre
Twitter: @SebasJoo

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