Lethbridge, 1º de noviembre de 2013
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Cambiando un poco de tema me
gustaría platicarles un poco sobre lo que he venido aprendiendo en mi clase de
Canadian Culture. Si pensamos en Canadá, a la mayoría de nosotros, se nos viene
a la mente la idea de diversidad en cuanto a culturas, lo cual puede ser una
atracción para personas que no residen aquí. En efecto, el multiculturalismo es una
característica de este país, gracias a la enorme cantidad de inmigrantes que ha
tenido a lo largo de su historia. Sin embargo, hablar de inmigraciones en
Canadá no es un tema sencillo, de hecho tiene un gran peso tanto político como
socioeconómico. Enfocándome más en el aspecto político, me gustaría platicarles
sobre un acto que tuvo lugar en 1978, el cual, hablando en términos generales,
tuvo impactos positivos, sin embargo también produjo controversia. En este año
se firmó The Immigration Act, el cual
formalizó las inmigraciones, categorizándolas en tres clases: Familiar, Refugee, e Independent. Sin embargo la controversia que trajo
consigue fue que muchos “canadienses” sintieron amenazada su cultura original.
Para mi esta respuesta no
tiene sentido. ¿Cómo puedes hablar de proteger una cultura “original” si nunca
la ha habido como tal? Veámoslo desde este punto: Primero los franceses,
después los ingleses, después más europeos como italianos, alemanes y polacos,
posteriormente chinos, japoneses, hindús y latinoamericanos. Esto me lleva a
decir que hasta hoy en día un problema al que se enfrenta la sociedad en Canadá
es la falta de identidad que se puede llegar a tener. En mi opinión, es difícil
(y seguirá siéndolo) hablar de una sola identidad como canadiense.
En mis siguientes artículos seguiré
comentando sobre más aspectos políticos y socioeconómicos.
Ingrid Rodriguez
Administración y Recursos Humanos
7º Semestre
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