viernes, 1 de noviembre de 2013

MKT para todos, por Irais Uribe Camacho

¿Lealtad u obsesión?

La mayoría de las veces, los expertos mercadólogos, quienes se encargar de planear estrategias de mercado para atraer consumidores, tienen como uno de sus objetivos principales al momento de esta planeación, el intentar lograr enganchar al cliente con la marca, para crear una relación muy cercana que se note día a día en la vida del consumidor, y que dé la seguridad a la empresa de que dicho cliente es fiel y que en tanto siga satisfaciendo la necesidad que tenía desde un principio y, de ser posible, pueda incluso mejorar la forma en que satisface esa necesidad, el cliente no tendrá ganas de cambiar de proveedor para ese producto o servicio.

Ahora, sabiendo que es parte fundamental de una buena estrategia de mercado el considerar una forma para que el cliente quede enganchado a la marca, muchas veces este vínculo que se crea con el cliente llega a ser demasiado estrecho, al punto de que se produce fanatismo e irracionalidad en el cliente.

El consumidor fanático, cambia la lealtad por adicción. Llega un punto en el que defenderá la marca con todo lo que pueda, incluso si esto incluye argumentos irracionales y subjetivos que no tienen ninguna relevancia en las verdaderas virtudes de la marca.

Aunque esto pueda parecer “bueno” para una empresa, debemos recordar que la sana competencia es parte importante del entorno de ésta, y que es fundamental que el consumidor de la marca tenga un ojo crítico bueno para poder defender a la compañía con argumentos válidos, sabiendo que éstos son verdaderos y que expresan las características reales de la marca.

Debemos recordar también, que la empresa debe tener en cuenta que el cliente no debería de tener ninguna responsabilidad con la misma, que puede estar sujeta a cambios en sus decisiones de compra y que no está obligada a ser leal. Esto ayuda a que la marca pueda ser competente frente al mercado y a la competencia. Por lo que si el cliente no cumpliera con los puntos anteriores, o la empresa no entendiera los mismo, podría verse afectada su productividad e innovación por pensar que lo tiene todo resuelto. En lugar de poner empeño para lograr convencer a su mercado de que son la mejor opción, simplemente utilizan a este grupo de usuarios obsesionados para promocionar su marca sin tener que ponerle mayor trabajo y de manera más convincente, lo que la vuelve mediocre.

Además, podría ser contraproducente, pues el dejar que una persona que idealiza una marca en específico, promocione dando altísimas expectativas a otros usuarios, puede hacer que al momento de que estos nuevos consumidores arrastrados utilicen este producto o servicio, no lo encuentren tan satisfactorio como les hicieron creer, muchas veces porque la empresa se confió a que tenía clientes demasiado leales para tener que preocuparse por crecer, y entonces ganará una mala reputación.

Bibliografía

Lealtad a la marca. Obtenido el Martes 29 de Octubre del 2013 desde:  http://elestafermo.wordpress.com/2011/09/30/lealtad-a-la-marca/

Irais Uribe Camacho
Administración y Mercadotecnia
3er Semestre

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