La mayoría sabe que está pasando con la depreciación del peso mexicano y aunque en estos momentos este alrededor de 16 pesos por dólar, no significa que ya no suba mas. A muchas personas les queda duda de las posibles repercusiones que tienen estos cambios.
En la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), todo
parecía indicar que la decisión del Comité de Mercado Abierto de la Fed de no
aumentar las tasas de interés contribuiría a calmar las aguas. Así lo pensó
también Banco de México (Banxico) y decidió, en línea con el consenso de
analistas, no incrementar las tasas de referencia.
Ahora, Banxico se encarga de la regularización del mercado de dinero
(emitiendo o comprando bonos), asimismo, hace intervenciones para defender la
moneda. En tan solo una semana se ha gastado 1,600 millones de dólares, monto
más elevado desde que comenzaron las intervenciones cambiarias a finales del
año pasado.
La pregunta es, ¿Cuánto puede aguantar Banxico?
La inflación aún no representa un problema: se ubica en mínimos
históricos, aunque puede empezar a repuntar como resultado de la depreciación
del peso y el aumento de los precios agropecuarios.
La actividad económica, como mostró el Indicador Global de la Actividad
Econó de julio, permaneció débil al inicio del tercer trimestre. Finalmente,
las exportaciones, el principal motor de crecimiento de la economía mexicana se
han detenido pese a la depreciación del peso.
La Fed, tuvo gran parte de culpa de la volatilidad del peso durante la
semana pasada. La decisión de no subir las tasas de interés prolongó la
incertidumbre sobre el rumbo de la política monetaria, lo que no ayudó a los
mercados financieros.
Pero la volatilidad del peso no sólo proviene de la Fed: la
desaceleración de China, junto con el impacto a la baja en el precio de las
materias primas, entre ellas el petróleo, y las turbulencias en Brasil también
están pasando factura a la divisa mexicana.
En conclusión, la decisión que se tomo mantiene la incertidumbre en los
mercados financieros internacionales, por lo que persistirá la volatilidad en
el peso y en la bolsa de valores. Pero al mismo tiempo, un aumento de tasas cuando
hay niveles elevados de deuda junto con el aumento de los diferenciales de
crédito puede presionar y detonar ventas rápidas y contagiosas que se propaguen
por todo el sistema para satisfacer las necesidades de liquidez de corto plazo.
Hay mucha deuda, y mucha de ella se puede tornar insostenible en un escenario
de mayores tasas de interés, lo que lo convierte en un riesgo sistémico, lo
cual la hace una buena decisión.
Bibliografía:
“Tras la Fed y Banxico, ¿qué sigue para el peso?” Obtenido
el 28 de septiembre de 2015 http://www.dineroenimagen.com/2015-09-28/62189
“¿Qué implica la decisión de la Fed para los mercados
mexicanos?” Obtenido el 18 de septiembre de 2015 http://www.dineroenimagen.com/2015-09-18/61732
“Cómo un alza de tasas de la Fed puede detonar otra crisis”
Obtenido el 21 de septiembre de 2015, http://www.dineroenimagen.com/2015-09-21/61842
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